Hace un tiempo se comenzó a poner de moda el piercing genitale. Desde entonces los hemos considerado sinónimo de placer. En general, se utilizan para mejorar la sexualidad de las personas que los utilizan. Suelen aumentar la intensidad sensitiva, lo que hace que cada vez más gente quieran tenerlos. Es cierto que para algunas personas se trata, exclusivamente, de una cuestión estética. En cualquier caso, conocer las zonas del cuerpo que pueden someterse a una perforación, saber los lugares más dolorosos y tener una idea de la forma de elección del profesional que nos realice la práctica son cuestiones que conviene tener en cuenta.
En cuanto a lo referente a los piercins genitales utilizados por los hombres, los que se consideran más habituales son los siguientes:
- El Dydoe. Este piercing tienen forma de barra. Se coloca a través de la zona más externa de la base del glande. Es un tipo de piercing muy adecuado para hombres que han sido circuncidados previamente.
- El Principe Alberto es el piercing más común entre los varones. Se trata de una joya que se coloca en el extremo del pene. Es un tipo de perforación que penetra la uretra para volver a salir junto al frenillo, en la parte inferior del glande. Suele tener forma de aro pero, en ocasiones, se utilza una especie de barra curvada.
En lo que refiere a los piercings genitales utilizados por las mujeres, los que podemos considerar más habituales son los siguientes:
- El conocido como Capuchón del clítoris atraviesa horizontal o verticalmente esta delicada zona con un aro o, en su defecto, con una barra. Es una potente fuente de placer por el efecto de fricción que se genera sobre el clítoris.
- El piercing que se coloca sobre el clítoris es otro de los clásicos. Se trata de un aro o, en ocasiones, una barra que atraviesa el clítoris. Sin embargo, precisa de una especial morfología que, con el paso del tiempo, puede llegar a hacer disminuir las sensaciones.
El piercing que se coloca en los labios vaginales, también es muy utilizado. Se trata de colocar uno o varios aros en los labiosvaginales, ya sean menores o mayores o, incluso, en ambos. En esta zona, la cicatrización es bastante rápida. Sin duda, este tipo de piercing genera un incremente de la sensación de placer.