El coaching sexual, sin duda, es algo que nos puede ayudar en cuestiones de sexo. Cuando en nuestra vida sexual ha habido malas experiencias previas, existen determinados temores o ha existido una importante represión que no nos permite desinhibirnos, estamos ante casos en los que la ayuda que nos puede ofrecer el coaching sexual es inestimable.
El coaching sexual nos permite trabar la mente para hacer que nuestro cuerpo sea capaz de disfrutar con el sexo. Son muchos los factores que actúan para conformar nuestra sexualidad. Entre ellos, sin duda, esta la educación que hermos recibido. También están las experiencias sexuales negativas que hayamos podido tener. Muchos problemas de diferente índole sexual tienen su origen en ellos. Sin duda.
Determinados condicionantes psicologicos pueden conducirnos ante diferentes incapacidades sexuales. Es posible que una educación demasiado represora esté en el origen de una disfunción sexual. También lo es que unas primeras experiencias sexuales traumáticas acabaden degenerando en un rechazo sistemático al sexo. Por supuesto, ni que decir tiene que otro tipo de experiencias más agresivas pueden acabar en algo aún peor. De eso no cabe duda.
Sin embargo, a ravés del coaching sexual se pueden abordar muchas de estas cuestiones. Y se pueden abordar haciéndolo desde el origen. Insistiendo de una manera especial en aquellos aspetos que acabaron degenerando en el problema actual. Por supuesto, de una forma individual y adpatada a las necesidades de cada cual que, por otro lado, no tienen por qué coincidir con los de cualqueir otra persona.
Una sesión de coaching sexual dirigida por un auténtico profesional puede ser el comienzo de una recuperación de determinadas cuestiones sexuales que podíamos haber dado por perdidas y que, sin embargo, aunque no lo sepamos, sí que tienen una solución. Simplemente, tenemos que darnos cuenta del problema y ponernos en las manos adecuadas.
En realidad, para iniciar cualqueir tipo de terapia sexual, ya sea individual o de pareja, bajo a dirección de un profesional, no es necesario más que sentir desde dentro el deseo de mejorar. Cuando esta circunstancia se da, el trabajo de coaching sexual resulta mucho más sencillo y, además, tiene muchas más posibilidades de alcanzar unos resultados positivos.
