Masturbarse está muy bien. Eso ya lo sabemos todos. Está muy bien porque nos produce placer, por supuesto. Pero también está muy bien porque nos hace sentir felices. Porque nos mejora la salud. En definitiva, masturbarse está muy bien porque nos genera un buen número de ventajas importantes y, en cambio, no supone ningún problema. Afortunadamente, atrás quedaron los tiempos en los que estaba mal vista la masturbación.
Y ya puestos a masturbarnos, podemos buscar algunos lugares que nos aporten un extra de excitación. Es cierto que los lugares típicos para la masturbación están muy bien. La cama es muy cómoda para hacerlo, por supuesto. La ducha aporta el extra del agua. Delante del ordenador tenemos la posibilidad de ver porno. Las opciones habituales son buenas. Por supuesto que sí. Pero simpre podemos buscar algunos lugares públicos que nos aporten un punto más de excitación para el proceso.
El cine es un lugar increíble para masturbarse en público pero de forma íntima. En el caso de las mujeres es todavía más sencillo y discreto que en el de los hombres. Con llevar un vestido amplio es suficiente. Por supuesto que una mujer acompañada en el cine aumenta las posibilidades. En realidad, para un varón no es demasiado más complicado. Basta con calcular adecuadamente la posición.
La piscina es un clásico para masturbarse. Lógicamente, conviene ser discretos y no hacerlo desde el trampolín. Ya que, en ese caso, podrías ser sorprendido por cualqueira. Resulta útil que haya poca gente alrededor. Con un poco de discreción y dentro del agua no resulta muy difícil masturbarse sin ser visto. Las opciones en pareja multiplican las posibilidades. Tanto para hacerlo individualmente como de forma conjunta.
Otro lugar público donde masturbarse puede llegar a ser muy excitante es en un parque de atracciones. Especialmente si estamos montados, nunca mejor dicho, en una atracción de las que más afrenalina produce como, por ejemplo, una arriesgada montaña rusa. Las precauciones que hay que tomar en esos casos es mayor ya que podríamos ser soprendidos. Una vez más, si vamos con nuestra pareja, seguro que encontramos alguna manera especialmente excitante de mastrubarnos mutuamente.