La eyaculación precoz es algo temido por todos los varones. De forma esporádica, es dificil encontrar alguno al que no le haya sucedido. En realidad, que suceda en alguna ocasión es algo totalmente normal. El problema viene cuando la eyaculación precoz se convierte en algo que sucede sitemáticamente.
En realidad, lo que conocemos como eyaculación precoz es una forma más o menos pomposa de explicar la falta de control sobre la eyacuación. Como sabemos, ya eyaculación se produce con una expulsión súbita de semen. En el caso de las personas que eyaculan con precocidad, esta se produce al poco tiempo de producirse el estímulo sexual. En algunos casos, incluso antes de producirse la erección.
Podemos hablar de cifras. Brevemente. Simplemente, para hacernos una idea. Bien, hasta el 40% de los varones sufre la eyaculación precoz de manera más o menos habitual. Hasta el 70% de los hombres lo ha sufirdo en alugna ocasión puntual. Las cifras parecen rotundas. ¿No es así?
Son varias las causas que pueden originar la pérdida del control durante el coito. En primer lugar, hemos de considerar las causas relacionadas con cuestiones biológicas. Hemos de tener presente que la eyaculación precoz se produce por una alteración en los receptores cerebrales.
Como siempre, en lo relacionado con el sexo, las causas psicológicas también pueden ser el origen de este problema. El estrés o la depresión pueden originar el problema.
También es posible que el origen de la eyaculación precoz esté en una falta de hábito. Los hombres que no tienen relaciones sexuales con frecuencias pueden sufrir, temporalmente, pérdida del control de su propia eyaculación.
Otras causas también pueden estar detrás de la eyaculación precoz. El abuso de sustancias como el alcohol o el tabaco son las más generalizadas. Sin embargo, no son las únicas. Algunos fármacos utilizados como tratamiento de determinadas enfermedades también pueden provocar esta reacción.
Una vida sana, sin alcohol ni tabaco y, por supuesto, son estrés, son la mejor forma de mantener alejada a la eyaculación precoz. También podemos añadir a esta combinación una buena alimentación y la práctica moderada de ejercicio de forma habitual.