Contar con un repertorio sexual básico es algo imprescindible. Se trata de tener muy presentes una serie de técnicas sexuales de las que echar mano cuando llegue el momento. No se trata de acumular cosas raras. Al contrario. Basta con conocer algunas técnicas sencillas pere efectivas. Si queremos, podemos incluir en nuestro repertorio sexual alguna de nuestras fantasías eróticas. Pero no es necesario.
Vamos a hacer una pequeña descripción de las actividades sexuales más frecuentes. Aquellas que se dan con mayor asiduidad. Por supuesto, hay otras prácticas más extrañas. Evidentemente, se realizan en menos ocasiones. Con menor frecuencia. Es posible que no sean aceptadas plenamente por ambos miembros de la pareja.En cualqueir caso, hablaremos de algunas de las imprescindibles para nuestro repertorio sexual básico.
Tu experiencia sexual puede incluir algunas o todas de las prácticas aquí reseñadas. Eso depende de ti. Si solo conoces alguna, quizás te gustaría ampliar el horizonte ensayando otras nuevas. Eso, por supuesto, lo decides tú. También puede darse la circunstancia de que seas tan atrevido que las que indicamos aquí te parezcan muy suavecitas. Cada persona es un mundo. Nuestro repertorio sexual, por supeusto, debe representarnos a nosotros. A nadie más.
Lo que sí es my importante que tengamos en cuenta es que para que la experiencias sean verdaderamente satisfactorias, ambos miembros de la pareja deben aprender a dar y recibir por igual. Eso es algo básico en las relaciones sexuales de pareja. Puede que nuestro repertorio sexual deba reflejar este punto.
Algunos de los componentes de un repertorio sexual básio pueden ser:
– Utilizar términos sexuales en tu conversación
– Abrazar el cuerpo de tu pareja y apretarlo o frotarlo contra ti
– Ofrecer variedad de besos.
– Acariciar el cuerpo cuando esté vestida
– Desnudar a tu pareja y observarla sin ropa
– Realizar caricias diversas sobre el cuerpo de tu pareja
– Lamer o chupar los muslos de tu pareja
Por supuesto, nuestra lista incluye las cuestiones más básicas. Ahora debes completarlas tú utilizando aquellas cosas que más que gusten y, por supuesto, que más atraigan a tu pareja. De esta manera conseguirás tener un repertorio sexual básico para poner en práctica cuando sea necesario.