Las preocupaciones sexuales de los hombres existes. Eso es un hecho. Solemos pensar que se toman el sexo a la ligera. Sin embargo, la verdad es que, cuando se trata de momentos íntimos, hay muchas preocupaciones y miedos. Unos, por no estar a la altura de las circunstancia. Otros, por dejar a la pareja insatisfecha. Te invitamos a conocer las principales preocupaciones sexuales de los hombres.
Sin duda alguna, una de las principales preocupaciones sexuales es la impotencia. Se trata de la incapacidad para mantener el pene erecto o alcanzar la eyaculación. También se conoce como disfunción eréctil. Más de la mitad de los casos tienen como causa el factor psicológico. Paradójicamente, se podría decir que el miedo a la impotencia produce impotencia. También hay causas hormonales, vasculares y neuronales.
Otra de las más destacadas preocupaciones sexuales en los hombres eyaculación precoz. Consiste en eyacular en un tiempo muy corto. En el peor de los casos, antes de la penetración. También puede darse egundos después de esta. Sin duda, una importante fuente de frustración, tanto en el hombre como en la mujer. Afecta tanto a jóvenes como adultos. Puede presentarse de forma regular u ocasional. La causa es fundamentalmente psicológica. El tratamiento suele pasar por encontrar la raíz emocional del problema.
La inexperiencia es, sin duda, otra de las preocupacioen sexuales de los hombres. No comportarse a la altura de la ocasión suele ser un miedo que afecta a ambos sexos. Este temor se presenta principalmente en los que comienzan su etapa sexual. También puede darse en los que han tenido pocas relaciones sexuales. La solución está a adquirir más confianza a medida que se gana terreno en el asunto. Se ha de entender que siempre habrá alguien con más experiencia.
Los complejos por el tamaño del pene son otra de las preocupaciones masculinas. Está basada en la idea errónea de que el tamaño del pene es determinante para tener un mejor rendimiento sexual. Sin duda, esto no es así. El tamaño del pene no es importante para satisfacer más o menos a una mujer. Tampoco lo es para tener una mejor o peor experiencia personal.