En ocasiones hay que observar nuestros propios errores. A veces hay que hacer autocrítica. Hoy vamos a hacer un repaso sobre las cosas que hacemos mal. Hay tener bien claro que nosotros también comentemos errores y que no somos perfectos. Pueden ser muy variados. Desde creer que les gusta todo hasta desconfiar de nosotros mismos. También fingir, hablar demasiado cuando no es el momento. En fin.
Hay mil y una formas de meter la pata cuando vamos a la cama con nuestras parejas. Conviene no dejarse ir y pensar bien cuáles son las cosas que nos podemos ahorrar. Lo pirmero es no hay que hacerse de rogar demasiado. El sexo no es un favor ni se debe dejar ver como tal. La cosa debería ser tan sencilla como tratar de seducir cuando tenemos ganas de sexo. Sin más, No esperar a que sea la otra parte la que tome siempre la iniciativa.
Otro error puede ser el hecho de planificar cuándo, dónde y cómo hacerlo. A veces hay que dejar las cosas al azar. ¡Viva la espontaneidad! El exceso de preparativos suele ser otro de los errores que solemos cometer a la hora de enfrentarnos a una relación sexual.
La autoestima baja es un gran error. Si tú no sabes valorar la belleza de tu cuerpo, la otra persona seguro que sí lo hace. Precisamente por eso está contigo. No te reprimas pensando que hay ciertas cosas que solo se hacen en las películas porno. Atrevete a experimentar cosas nuevas. Quítate los calcetines aunque aunque haga frío. Queda horrible. Se le baja la libido a cualquiera. Si te practica sexo oral, no le cojas con demasiada fuerza la cabeza.
No le digas que apague la luz, practicar sexo con la luz encendida no es pornográfico, y además les encanta ver cómo te excitas. Si él eyacula demasiado rápido, no lo mires con mala cara. Si ella termina y él no, haz un esfuerzo para hacer que él también acabe. No siempre las cosas van perfectamente compenetradas pero no por eso hay que dejar de disfrutar del sexo. La paciencia els la clave. Y la comprensión.
