Para practicarlo solo hay que dejarse llevar. Dile a tu pareja qué te gusta hacer y qué te disgusta. La idea es tener intimidad, besar, acariciar, excitar, motivar, sentir y parar a tiempo. Ese es el secreto del petting. Hay que parar a tiempo.
El petting es un término anglosajón relacionado con el verbo «to pet» que significa acariciar, besarse; consiste en mantener relaciones sexuales en las que no existe la penetración. Es, por tanto, sexo sin coito. Sexo en el que las parejas, para excitarse mutuamente, se rozan, se besan, se acarician y hasta se masturban, pero sin que el pene llegue a introducirse en la vagina en ningún momento,
La excitación que se consigue despés de los masajes, los juegos orales o la estimulación directa de los genitales hace que las parejas soporten el hecho de no alcanzar el clímax sin ningún problema. La clave, en la mayoria de los casos, está en superar la impaciencia y la creencia de que solo a través del coito se puede conseguir el placer físico.
Para las mujeres, esta práctica incluso, llega a ser más satisfactoria que el coito en sí, ya que a ellas no les basta con coito para tener un orgasmo, sino que requiren que se produzca la estimulación directa del clítoris. El hombre, en cambio, suele necesitar simplemente del roce continuo del glande que se produce con la penetración para eyacular.
El petting no es una técnica que se pueda aprender en ningún manual, sino que se desarrolla de forma natural y progresiva, a medida que los miembros de la pareja van tomando confianza. No existe una fórmula universal que pueda aplicarse en todos los casos: se puede acariciar o besar cualquier parte del cuerpo, lamer los lóbulos de las orejas, o dar masajes eróticos.