Degustación de sexo y vino

La degustación es beber a paso de caracol, así como el sexo debe ser hecho lentamente. Muy despacio.La degustación es una metáfora de los juegos amorosos. Hay quien piensa que el objetivo de los juegos amorosos es el orgasmo, así como al degustar, el de acertar los vinos en una prueba a ciegas o describirlos de manera correcta. El vino debe ser sentido en todos los instantes de la prueba. El objetivo del juego amoroso es estar jugando, disfrutando del placer de las miradas, tocar, sentir, escuchar o hablar. En la degustación, el objetivo no es el final, la descripción de las características organolépticas del vino como, por ejemplo la visión, el aroma o el paladar. Mucho menos el acierto de la uva o del vino, según el caso. El objetivo es el placer de hacerlo. El placer del propio viaje.

Alguien ya dijo, y estoy de acuerdo, que degustar a ciegas es como hacer el amor en la oscuridad. No hay ejercicio mayor de aprendizaje que este tipo de prueba,  la degustación a ciegas, donde las etiquetas se tapan. El vino es juguetón, se ríe de la razón. En el momento en que las etiquetas están expuestas, él se ocupa de humillarnos. Creemos que sabemos mucho, y percibimos que no sabemos nada o casi nada. Con el sexo sucede lo mismo.

La degustación a ciegas exige de nosotros mucha humildad, condición fundamental para cualquier proceso de aprendizaje. Como en el sexo, aquí se constata, que somos eternos aprendices. Hay muchas mentiras y mentirosos acerca del sexo y del vino. Posiblemente, como decía aquél escritor al que le perdono el nombre, ya se hayan dicho más tonterías sobre vinos que sobre cualquier otro asunto, con la posible excepción del orgasmo femenino.

El sexo y el vino, por supuesto, se hayan ambos bajo las bendiciones de dos divinidades: Eros y Baco. Eros, el dios del amor, es uno de los personajes más complejos de la mitología. Personifica todos los sentimientos ligados al amor y al deseo. El vino se hace presente en la mitología griega y romana, respectivamente, por Dionisio y Baco. En la mitología griega, entre los dioses olímpicos estaba Afrodita. Era capaz de seducir a todos, dioses o mortales. Venus es el nombre romano de Afrodita. Vino de los amores carnales, vino que es sangre y tiene cuerpo.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE PROTECCIÓN DE DATOS

Finalidad: Publicación de comentarios. Legitimación: Usted consiente el tratamiento de sus datos para las finalidades indicadas. Destinatarios: No tenemos previsto ceder sus datos a terceros, salvo por obligación legal. Plazos de conservación: Los datos proporcionados a través de este blog serán conservados mientras exista un interés mutuo. Derechos: Tiene derecho a acceso, rectificación, supresión, portabilidad y oposición, como se explica a continuación. Información adicional: Puede consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos como se explica en nuestra Política de Privacidad.