La sexualidad humana representa el conjunto de comportamientos que conciernen a la satisfacción de la necesidad y del deseo sexual. Igual que otros primates, los seres humanos utilizan la excitación sexual para fines reproductivos y para el mantenimiento de vínculos sociales pero, además, agregan el goce y el placer propio y del otro. El sexo también desarrolla facetas profundas de la afectividad y la conciencia de la personalidad. En cuanto a esto, muchas culturas dan un sentido espiritual a la sexualidad humana, de la misma manera que ven en él un método para mejorar la salud.
La OMS afirma que la sexualidad humana forma parte de la personalidad de cada uno, siendo una necesidad básica y un aspecto del ser humano que no puede separarse de otros aspectos de la vida. La sexualidad influye en los pensamientos, sentimientos, acciones e interacciones y, por lo tanto, en la salud física y mental. No es posible contar ocn un individuo totalemtne sano o desarrollado intelectualmente si cuenta con problemas relacionadas con su propia sexualidad.
Actualmente, según algunos estudiosos del asunto, existe un intento de alejamiento del concepto de sexualidad de la noción de reproducción animal asociada, únicamente, al sexo. Mientras que esta noción se relaciona con el nivel físico del hombre como animal, la sexualidad humana tiende a referirse al plano psicológico del individuo. Además de los factores biológicos, ya sean anatómicos, fisiológicos o de cualqueir otro tipo, la sexualidad de un individuo puede estar fuertemente afectada por el ambiente sociocultural en que éste se ha de manejar. Un ejemplo de esta afirmación es que en algunas sociedades, en su mayoría orientales, se promueve la poligamia o bigamia, o sea, la posibilidad o deber de tener múltiples parejas habituales y la obligación de convivir con todas ellas.
resulta algo totalmente obvio que desde la aparición del ser humano en el mundo, la sexualidad ya era un fenómeno existente, pero la historia del estudio de la sexualidad solo está siendo tenido en cuenta en los últimos siglos, en los que los avances sociales han sido mayores, desprendiéndose de un buen número de tabúes sociales y represiones religiosas y políticas.