El voyeurismo es una práctica que consiste la obtención de placer sexual a través de la observación de personas practicando sexo. Sin embargo, el término se ha aplicado de forma más amplia, abarcando a cualquier persona que le gusta ver la intimidad de otras personas, incluso sin ninguna connotación sexual, como por ejemplo en reality shows. La práctica del voyeurismo se manifiesta de varias formas, aunque una de las características clave es que el individuo no interactúa con el objeto de la observación.
Resulta algo muy importante, hacer una adecuada diferenciación entre el voyeurismo y una actividad sexual normal, en la que también se alcanza o aumenta el nivel de excitación al contemplar la desnudez de la persona que nos acompaña. La diferencia no solo está en el hecho de contar con la aprobación de la persona observada, cosa que no existe en el caso del voyeurismo, sino, además, en que la activdad sexual, en el caso del voyeur, no precisa de más estímulo para completar la acción sexual que la propia observación, careciendo, por completo, de cualquier tipo de interacción física.
La simple excitación sexual ante la visión de personas desnudas o practicando sexo no es considerada una enfermedad. El voyeurismo es considerado una enfermedad mental por la Asociación Americana de Psiquiatría solamente cuando genera un problema a la persona que pone en práctica esta actividad y lo hace de una forma persistente de manera que puede llegar a condicionar el resto de componentes de su vida normal. De otra manera, no es considerado una enfermedad.
El maestro inglés Alfred Hitchcock fue quien primero que destacó en el cine el voyeurismo. Lo hizo de una forma muy especial en su obra maestra «La ventana indiscreta». En los años 80, Brian de Palma tocó de nuevo en el tema, con el clásico «Body Double». La película Porky’s, del año1982 también lidia con el tema, aunque esta vez desde la perspectiva de una comedia juvenil de enredos. En 1993, el tema fue tratado, también, en la película Sliver. Recientemente, Michael Haneke trabajó su perspectiva de la observación sexual en Caché. También el italiano Tinto Brass usa bastante y de forma peculiar el voyeurismo en sus películas.
Desde un punto de vista etimológico, hemos de decir que el término «voyeurismo» resulta de la unión del término francés voyeur, cuyo significado es «aquel que ve» con el sufijo nominal «ismo».