La atracción sexual por los globos es un fetiche sexual donde la persona que experimenta esta sensación se excita al ver y tocar globos de látex.
El fetiche por globos es un derivado de la Inflatofilia que es el fetiche sobre infalibles, en general, y el acto de inflar. El portador de este fetiche se excita con la forma, volumen, movimiento y olor de los globos. Los globos se pueden utilizar individualmente para la masturbación o en la compañía que cada cual considere oportuna.
Se observa en este fetiche que sus adeptos tienen o han tenido miedos a los globos en la niñez. Aunque no sea demasiado conocido, resulta relativamente frecuente este tipo de trauma en la infancia. Se suele manifestar al inicio de la adolescencia. Resulta bastante más común en los hombres que en las mujeres pero, a pesar de ello, se puede dar, indiferentemente, en ambos sexos.
La atracción sexual por los globos es considerado un fetiche obscuro y poco conocido, pero ha crecido en popularidad en Internet en los últimos años. Los sitios comerciales venden el acceso a galerías de fotos y vídeos de mujeres desnudas interactuando con globos más grandes de lo habitual. Existe una amplia oferta comercial de estos globos más grandes para quien desea adquirirlos.
Los adeptos de este fetiche se denominan a sí mismos «looners»; Esta subcultura se divide en popper y no popper. Los poppers son los que sienten placer al estallar los globos, mientras que los no poppers son los que sienten placer en manipular los globos pero sin estallarlos. No se trata de algo tan moderno como podamos pensar, ya que la película italiana» L’Uomo dei Cinque Palloni», del año 1965, ya hacía referencia a este fetiche.
En 1974, el estadounidense Buster Bill envió a una revista erótica un comunicado preguntando quién se excitaba con globos de fiesta y le pidió que le enviará cartas. Recibió cientos de cartas de respuesta y montó un club de correspondencia con personas de todo el mundo. En 1994, el club abrió una lista de discusión por correo electrónico que funciona hasta hoy. Desde entonces miles de personas de todo el mundo ya han pasado por la lista. Con el advenimiento de Internet, ese fetiche se ha vuelto más conocido estimulando la creación de muchos sitios y comunidades especializadas.