La erección matutina es algo que está a la orden del día. No hay un hombre que se precie que, casi todos los días de su vida, no se despierte con una. De hecho, una vez levantado completamente empalmado, la visita al baño suele complicar la cosa aún más. Por supuesto que nadie ha de alarmarse por ello. Esto es así porque la naturaleza nos ha dotado de este tipo de mecanismos que funcionan aunque no sepamos muy bien cuales son las causas que los generan. Hoy, como ya ha quedado claro, vamos a hablar de la erección matutina que acecha a casi todo hijo de vecino.
En primer lugar, hemos de aclarar que la erección matutina es algo completamente normal. Sin embargo, muy en contra de lo que se suele creer, esta situación no tienen ninguna relación con la actividad sexual. Es cierto que el pene es el pene y se trata de la herramienta que utilizamos para mantener sexo pero también la utilizamos para otras cosas diferentes al sexo. Bien, pues de esta reacción no es responsable el sexo sino el resto de cosas.
Durante el sueño nocturno, los niveles de testosterona tienen a elevarse de una forma considerable. Como ya deberían conocer nuestros lectores a estas alturas, la testosterona es la hormona sexual principal que segrega el hombre. Esta hormona colabora en el desarrollo muscular y óseo por un lado y a la producción de esperma y a estimular el deseo sexual por otro.
La producción de testosterona alcanza su máximo nivel a primera hora de la mañana. Si a esto le añadimos que, casi con toda seguridad, un adulto recién despertado lleve entre 7 y 8 horas sin orinar, resulta más que lógico que el tamaño del miembro viril haya crecido de forma similar a cuando se experimenta una erección por motivos sexuales.
Normalmente, la erección matutina tienen una fácil, rápida y aliviadora solución. Basta con acudir al baño más próximo a miccionar, eso sí, con todas las dificultades que conlleva una acción así en estas circunstancias, y asunto resuelto. Al menos, hasta la mañana siguiente.