¿Has oído hablar del sexo vintage? De un tiempo a esta parte está muy de moda esta tendencia. En realidad, se trata de una forma de revivir las costumbres sexuales del pasado. Por supuesto, este tipo de prácticas esta reservada para aquellas personas que sean abiertas de mente. Especialmente para aquellos a los que les guste conocer nuevas situaciones, explorar su propia sexualidad y recorrer caminos aún no recorridos. Si hay un lugar en el que se ha recogido perfectamente la esencia del sexo vitange, éste ha sido, sin duda, el cine porno. Bien es cierto que, en general, el porno no es un reflejo de la realidad sexual sino un a herramienta más para dosificar y utilizar cuando convenga pero, en este caso. el acierto con el que ha representado la realidad que nos ocupa ha sido mayúsculo.
En cualquier caso, cuando hablamos de sexo vitange no o estamos haciendo de ver vídeos pornográficos sin más. En realidad, se trata, casi, de una actitud frente a la vida. De la misma manera que aquellos que sienten pasión por otro tipo de objetos o realidades vintage las integran a su vida de una forma natural y las convierten en parte de su realidad cotidiana, los fanáticos del sexo vintage hacen lo mismo con esta práctica. De esta manera, con un vago color de nostalgia, incorporan a su realidad sexual una buena colección de lencería, vestimenta en general y objetos que evoquen este estilo.
El uso excesivo de todo tipo de de encajes, vestuario de época e, incluso, mobiliario de anticuario es bastante habitual entre los que se sienten atraídos por el sexo vintage. Cualquier cosa es válida con tal de hacer que nuestra mente y nuestro cuerpo se transporte a épocas pasadas para poder disfrutar de una singular forma de disfrutar el sexo. Sin duda, la elegancia y el respeto por lo clásico conviven en esta innovadora tendencia sexual. Trajes largos para ellos, vestidos de apariencia cortesana para ellas, peinados clásicos exagerados y maquillaje propio del pasado conviven para disfrute de quienes se acercan a en este forma de disfrutar su realidad sexual.
