Entre los hombrs mayores y el sexo existe una relación que no es la que llevamos toda la vida escuchando. Desde siempre, hemos oído que cuanto más sexo tengamos, más larga será nuestra vida. Sin embargo, parece que no es del todo cierto esta afirmación. Parece que las nueces, el aceite de oliva, las caminatas diarias y el pescado hacen más por la longevidad de una persona que la práctica activa de sexo. De hecho, para los hombres mayores que pasan de los 55 años de edad, parece que la práctica del sexo puede llegar a resultar fatal.
El Proyecto Nacional de Envejecimiento Salud y Vida Social de Estados Unidos ha lelvado a cabo un estudio en el que seleccionó a más de 2000 personas de edades comprendidas entre los 57 y 85 años. Tras observarles durante un periodo de cinco años, las conclusiones a las que se llegaron ponen en entredicho la extendida teoría de que el buen sexo y la longevidad estaban relacionadas de una forma directa. De hecho, entre lo shombres mayores parece que una relación sexual a al semana es suficiente para aumentar el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular.
Resulta altamente sorprendente que las conclusiones del estudio muestren que la práctica de sexo entre hombres mayores, de una edad superior a los 55 años aumente las posubilidades de sufrrir un episodio cardiovascular. De hecho, el riesgo dobla, practicamente, al que tienen las personas de la misma edad que son sexualmente inactivas. No solo resulta curioso sino que, además, va en ceontra de lo que, tradicionalmente, se había venido contando desde los propios servicios de salud.
El aumento del riesgo de sufrir un accidente cardiovasular es consecuencia del esfuerzo adicional que exige el acto sexual para una persona a partir de una determinada edad. Las limitaciones para alcanzar la erección y el mayor periodo de tiempo que necesitan para llegar al orgasmo, ya sea por motivos físicos o emocionales, parece que resultan absolutamente determinantes para lelgar a esta conclusión. En cualquier caso, no debemos desesperar. Si bien, las conclusiones de este estudio parecen claras, existen un buen número de estudios que sostienen la teoría contraria.