¿Has oído hablar de la robofilia? Pues puede que sea parte de nuestro futuro. Cuando imaginamos las aportaciones tecnológicas que nos puede hacer el futuro para incorporarlas a nuestras cosas cotidianas todos recurrimos a las mismas cosas. Ya casi es una realidad el asunto de los coches que se manejan por la ciudad o por las autistas sin conductor y con total seguridad para los ocupantes y para el resto de vehículos. también solemos imaginar medios de transportes más rápidos y cómodos que los actuales. Pero ¿en materia sexual, que es lo que nos espera? Es lógico pensar que la evolución tecnológica también nos ayude a mejorar nuestra vida sexual. Ahí es donde aparece la robofilia.
Es cierto que, a día de hoy, nos puede sonar a ciencia ficción. Pero, sin duda, la robofilia puede suponer una respuesta muy efectiva a una importante necesidad social que además, cuenta con un amplio mercado potencial. Cuando estas circunstancias se juntan, resulta difícil imaginar que a nadie se le ocurra la manera de encontrar un forma de hacerlo realidad.
Los científicos y sociólogos expertos en tecnología y en su aplicaciones prácticas afirman que, en el futuro, el encuentro sexual con una máquina va asee muy frecuente. Es muy evidente que existe un mercado latente para este tipo de relación. Además, según se vayan perfeccionando los modelos que vayan apareciendo es más que posible que la necesidad de este tipo de producto se haga aún mayor. la robofilia, por lo tanto, parece mucho más que una idea de película futurista de ciencia ficción.