El sexo de reconciliación con nuestra pareja habitual, por norma general, resulta especialmente atractivo para nosotros. Seguro que en alguna ocasión te has preguntado qué es lo que le hace tan sugerente y apasionado. La respuesta no resulta. en absoluto, complicada. Todo lo contrario. Es muy simple. El sexo de reconciliación nos resulta especial, simplemente, porque es diferente. Efectivamente, estamos acostumbrados a una serie de rutinas sexuales que nos pueden resultar más o menos excitantes, sin embargo, cuando salimos de ellas experimentamos un nivel deferente de excitación. La diferencia es lo que le hace especialmente excitante.
Cuando tenemos un conflicto de cualquier índole con nuestra pareja confluyen en torno a nosotras una serie de sensaciones que nos generan una especial tensión. Al problema original, aquel que inició el conflicto, debemos unir este cúmulo de sensaciones, en ocasiones, contradictorias. La frustración, la ira suelen estar presentes en este tipo de circunstancias, pero también suelen estar presentes el animo de reconciliación y el afecto. Cuando este cóctel de sensaciones reposa durante el tiempo necesario resulta inevitable que todo reviente por algún lado. El sexo de reconciliación, en realidad, no es más que la válvula de escape que permite la liberación de un montón de sensaciones positivas y negativas que han macerado en nuestro interior durante más tiempo del debido.
Cuando se genera una situación en la que, por el motivo que sea, se llega a sentir rabia hacia nuestra pareja, a la que, normalmente, amamos, y, pasado un tiempo, se liberan esas emociones transformándose en sexo apasionado, se libera una euforia propia de la resolución del conflicto. Este proceso, además, se produce por partida doble, lo que hace que la predisposición para el sexo sea la mejor posible. Sin duda, esta es la circunstancia fundamental que hace que el sexo de reconciliación suela ser tan bueno.
Algunas parejas, de forma voluntaria o instintiva, llegan a provocar situaciones que generan conflicto con determinada regularidad con el único objeto de verse envueltos en una trama que finalice con sexo de reconciliación. En determinadas ocasiones, es la única manera de alcanzar sexo de la mejore calidad.