Los problemas del sexo,en relación a lo que uno ve y uno oye, sumado a la experiencia personal, aún en pleno siglo XXI, continúan suponiendo un importante problema, en muchos casos, para las relaciones interpersonales. Es cierto que la normalización del sexo a través de la televisión e internet parece que no hace más que ayudar pero no resulta menos cierto el hecho de que la introducción de la educación sexual en las escuelas podría hacer mucho para evitar muchos de los problemas del sexo, especialmente en los que tienen que ver con las relaciones personales más allá del propio sexo.
Bien es cierto que la educación sexual de un individuo debe comenzar desde el nacimiento. La normalización de cuestiones relacionadas con el sexo como la identidad de genero o la libre elección de la opción sexual que cada cual decida o sienta debe estar en un primer plano de la educación sexual. Los problemas del sexo, al menos los relacionados con el respeto a la identidad de los demás y a la propia, podrían minimizarse si la sociedad tuviese presente, desde bien temprano, esta circunstancia.
Respecto al resto del problemas del sexo, podemos citar los relacionados por los trastornos físicos, enfermedades o problemas con el sistema reproductor, sin embargo, importantes estudios revelan que el 90% de los problemas relacionados con el sexo tienen que ver con conflictos psicológicos que son capaces de poner freno a la capacidad del individuo para tener una respuesta sexual satisfactoria, tanto para él o ella como para su pareja sexual.
Sin embargo, los problemas en el sexo, en mu mayor parte, al menos, se pueden resolver de forma satisfactoria. Aquellos que tienen que ver con la elección sexual y el respeto acacia esta decisión pueden ser resueltos con educación hacia una sociedad que debe adaptarse a ello. Los problemas relacionados con cuestiones físicas, cuando son puestos en manos de los profesionales médicos adecuados, suelen , en un buen número, tener una solución que satisfaga a quien lo sufre. Igualmente sucede con los problemas psicológicos relacionados con el sexo, en manos del profesional adecuado, en un buen número de casos, suele tener una solución positiva.