La estimulación sexual resulta absolutamente imprescindible para poder disfrutar de la propia sexualidad de la mejor forma posible. La excitación sexual a partir de la estimulación física de las zonas erógenas es algo necesario para que el sexo pueda ser disfrutado. El sexo sano, son duda, pasa por una correcta estimulación sexual. Por eso vamos a introducirnos brevemente en el mundo de la estimulación para aportar algunas cosas sobre él.
En primer lugar, hemos de tener muy presente que le apetito sexual que pueda llevar a tener una mujer es tan poderoso como lo pueda ser el de cualquier hombre. Ambos, hombres y mujeres, son capaces de dar un a respuesta a diferentes estímulos de carácter psicológico y funcional aunque, bien es cierto, que los estímulos puedan ser algo diferentes. En cualquier caso, lo que es indudable es que la estimulación sexual es necesaria para ambos sexos.
Han transcurrido muchos siglos de represión sexual para las mujeres. A lo largo de un buen número de generaciones se ha buscado que se inhibiesen de su propia sexualidad llegando, incluso, a negarla. La respuesta sexual a la estimulación sexual es algo que, en ningún caso, debe ser reprimido. No resulta natural en absoluto y sólo puede ser tenida en cuenta este tipo de represión desde unas tradiciones culturales arcaicas.
Lo que sí es cierto es que es posible observar una respuesta diferente a la estimulación sexual masculina y femenina. Sin embargo, es más que probable que las diferencias entre los diferentes hábitos y gustos sexuales dentare del grupo de personas del mismo sexo sean más amplias que respecto a las del otro sexo. En general, a las mujeres les gusta mas lo que tienen que ver con el erotismo mientras que. en el caso de los hombres, las preferencias pasan más por todo lo que tienen que ver, directamente, con lo genital.
La estimulación sexual, tanto en el caso de los hombres como de las mujeres, resulta una parte imprescindible del juego sexual. Aprender a manejarla de forma correcta es parte del proceso que no debe acabar nunca del conocimiento del propio cuerpo.