El sexo en el avión no es una fantasía nueva ni muchísimo menos. Hace algún tiempo conocimos que, en una aerolínea árabe, había una azafata que cobraba la cantidad de 2.000 euros por mantener relaciones sexuales en el baño del avión, en pleno vuelo, por supuesto, con los pasajeros. Parece que, en un sólo año, había llegado a facturar la nada desdeñable cantidad de un millón de euros. Parece que utilizaba las rutas largas, como las que unen el Golfo Pérsico en Estados Unidos, para tener varios encuentros en el mismo recorrido. El sexo en el avión es una de las fantasías sexuales más recurrentes y esta azafata aprovechó su sentido del negocio para sacarle partido económico y sexual al asunto.
En realidad, pagar la cantidad de 2000 euros por un polvo no está al alcance de cualquiera aunque, si es para mantener relaciones sexuales a 7.000 pies de altura y con una espectacular azafata de vuelo, puede que más de uno esté dispuesto a hacer el esfuerzo. Sin embargo, alcanzar esta suma de dinero no es la única posibilidad real de mantener sexos en el avión. El sexo de altura es posible de algunas otras maneras. Siempre está la posibilidad de intimar con un desconocido o desconocida compañero de pasaje. Aunque si la iniciativa se toma y no el deseo no es recíproco, la situación puede volverse algo difícil durante el resto del vuelo.
Sin embargo, esto parece que ya no volverá a ser un problema. Ha nacido una aplicación móvil que permite planear y acordar un encuentro sexual con otro pasajero del mismo vuelo. Para ello se utilizan los datos de la tarjeta de embarque que, junto a los datos del perfil introducidos al darnos de alta como usuarios y a la información relativa a nuestras intenciones sexuales, se utilizan para cruzarla con la misma información de otros pasajeros y, en el caso de encontrar a otro individuo con los mismos intereses, se envían avisos a los implicados, El resto ya no lo pone la aplicación. El mundo de las tecnologías móviles se está extendiendo con mucha rapidez a aficiones tan especiales como la de mantener sexo en el avión.