Resulta demasiado frecuente encontrar personas que confunden lo erótico y lo sexual. Sin embargo, como bien deberíamos saber a estas alturas del partido, no es lo mismo. en realidad, casi no tienen nada que ver. Lo sexual está relacionado, fundamentalmente, con lo sensitivo. Lleva el mundo de las sensaciones a lo extremo, Sin embargo, lo erótico transciende este punto y lo lleva mucho más allá.
Hemos de retomar el mito de la antigua Grecia, según el cual, en principio, los humanos contaban con forma de huevo de los que salían cuatro pies y manos, además de dos caras, una delante y otra detrás. Por si esto fuera poco, además, cada ser humano contaba con dos sexos. era todo tan completo que el Dios Zeus, en respuesta a la soberbia humana, decidió cortarnos por la mitad, contando con la colaboración inestimable de Apolo. Esta intervención divina nos hizo tal y como hoy somos. Pero, ¿qué pasa con nuestro yo erótico y sexual?
La recomposición de la nueva forma humana es competencia de Eros. Su intervención hace que lo erótico que acoge nuestro cuerpo no se limite al enfoque sexual sino que también tiene en cuenta la parte afectiva que, de forma indudable, lo completa. De alguna manera, Eros nos salva de la partición a la que fuimos sometidos y nos hace volver a nuestro propio origen a través de lo erótico y lo sexual.
El mundo sexual, representado por todo lo relacionado con el orgasmo, y el mundo erótico se encuentran en el propio sentido original de la existencia, donde cada individuo encuentra su propia identidad pero, a la vez, nos juntamos en esa unidad que la mitología griega defiende que alguna vez fuimos.
Lo erótico tienen que ver, en todo caso, mucho más que ver con la unidad de las partes, con el sentimiento de complementación mientras que lo erótico tienen mucho más relación con la pasión, con el mundo sensorial y con los fluidos corporales entregados y recibidos de forma casi animal. La mitología, al fin y al cabo, no busca, ni puede hacerlo, la realidad del origen de las cosas, sino que trata de ayudar a la reflexión acerca del asunto que nos ocupa.