La excitación sexual es un proceso en absoluto lineal que va pasando por diferentes niveles de intensidad. Resulta muy interesante conocer, desde un punto de vista teórico, en qué consiste cada uno de ellos para ser capaces de diferenciarlos cuando nos encontremos en esa situación y, de esta manera, localicemos el estado en el que estamos en cada momento y sepamos cómo hemos de proceder. Para solucionar algunos aspectos relacionados con la eyaculación precoz puede ser muy interesante saber reconocer con la suficiente solvencia los diferentes niveles por los que atraviesa la excitación sexual.
El primer nivel de la excitación sexual es el de relajamiento. Se da cuando comienza la interacción, ya sea con otra u oras personas o con uno mismo. El comienzo del encuentro acaba de activar los niveles de excitación y pasamos por el primero casi de puntillas sin apenas reconocer ningún cambio físico significativo.
El segundo nivel de la excitación sexual es el denominado estado de estación bajo. Una vez que ha comenzado la interacción sexual con los primeros besos, abrazos e, incluso, tocamientos, pero aún estamos en un lugar muy distante al que llegaremos en el momento de la eyaculación.
Le sigue el tercer nivel de excitación sexual, el denominado nivel de excitación medio. El comienzo guarda relación con los rozamientos, fricciones y caricias propiamente dichas y el aparato genital comienza a dar una respuesta funcional a los estímulos, comenzando a producirse la erección, si bien aún no está finalizada por completo. El nivel del placer ya comienza a crecer en intensidad pero aún no estamos demasiado cerca del momento de la eyaculación.
El nivel de excitación sexual alto es aquel en el que estamos disfrutando de forma muy amplia con el sexo, nuestra erección ya ha pasado a ser ti¡oral, la dureza del miembro viril es superlativa y comienza la sensación de que si continuamos recibiendo estímulos, en breve será irrefrenable la eyaculación.
EL nivel de excitación sexual súper alto es aquél en el que ya no existe vuelta tara´s y de continuar recibiendo estímulos sexuales nos veremos abocados a una pronta eyaculación, sin que exista ya ninguna forma de remediarlo o ponerle fin, más que dejarse llevar. A este nivel le sucede la eyaculación.