La desincronización sexual es una situación que, en la vida de pareja, de forma inevitable antes o después se da. En realidad, cuando convivimos con una persona, da igual el nivel de compenetración que seamos capaces de alcanzar, resulta inevitable que, llegado un punto, comencemos a percibir que estamos en diferentes puntos del trayecto, Si esto sucede con las cosas normales cela convivencia, con más motivos habrá de suceder en algo tan íntimo y tan especia como resulta la convivencia sexual. La desincronización sexual es algo a lo que debemos estar atentos pero no debe asustarnos, existen formas de enfrentarse eficazmente a ella.
Los síntomas de la desicronización como pareja, en general, y de la desincronización sexual en particular suelen ser claros y, siempre, debemos estar atentos por si se presentan. Una de las cosas que primero suele suceder es que la capacidad para seducirá a nuestra pareja y parea ser seducido por ella disminuye de forma abrupta. Esto suele suceder cuando las cosas que esperamos de la relación, si hablamos en términos geniales, o del sexo, si lo hacemos de cosas más concretas, comienzan a ser diferentes. Cuando esto sucede, la aparición de la frustración y la angustia resulta inevitable.
Llegados a este punto, la decepción es una norma habitual, tanto en el día a día como en el terreno de las relaciones íntimas, si es que no se finalizan de forma abrupta. La espada de Damocles de la negativa sexual o, incluso, de la ruptura definitiva siempre comienza a estar presente sobre nuestra relación y, en estas circunstancias, si no le ponemos remedio, las cosas no pueden más que empeorar.
Es importantísimo que actuemos al primer síntoma de desincronización sexual. Lo primero que debemos tener presente es que no es necesario que, ni en nuestra relación ni en nuestras experiencias sexuales con nuestra pareja resulta imprescindible que avancemos al mismo ritmo. En realidad, esta expectativa tan romántica es del todo idealista que casi nadie alcanza. El objetivo es encontrarse en un camino que a ambos resulta igual de interesante recorrer.
Darle total naturalidad a los pequeños desajustes de índole sexual que pudieran surgir es otra de las cuestiones que resultan fundamentales para que la desincronización sexual no nos oponga un verdades problema a todos los niveles, para conseguirlo lo mejor es empalizar con la otra parte. Cuando lo hacemos, si es con la clara intención de encontrar puntos de acuerdo para avanzar juntos, la mayor parte del problema sena solucionado felizmente.