El sexo y la eyaculación pueden ir de la mano o no. Puede haber buen sexo con eyaculación pero, sin lugar a dudas, también puede haberlo sin ella. Hablar de sexo suele ser una situación muy amplia y que puede llegar a incluir una cantidad enorme de contenidos. Lo que sí es cierto es que estamos ante un término que se suele utilizar de forma bastante imprecisa. De hecho, un beso apasionado puede ser la escena que nos sugiera sexo, pero también una serie de caricias, la práctica del coito, el orgasmos e, incluso, la eyaculación. A nadie se nos espacia la gran cantidad de diferencias que existen entre unas y otras osas de las mencionadas.
Cualquier tipo de relación sexual ha de contar con la obligación de ser diferente a todas las demás. Sin duda, ese debería ser parte de su encanto y de la magia del sexo. Sin embargo, existen las personas que entienden que no existe sexo si no hay coito. Sin embargo, algunos, incluso, van un paso más allá y creen que sin la eyaculación masculina en la práctica del coito, tampoco se ha llegado a producir sexo. Evidentemente, el hombre es un ser sexual y tienen capacidad para dedicarse al sexo sin entusiasmo sin utilizar, siquiera, sus genitales. De hecho, todos deberíamos conocer que el órgano sexual más importante,, en cualquier tipo de encuentro de esta naturaleza es el cerebro.
Para un gran número de hombres, la eyaculación es la que marca, de forma totalmente inapelable, el fin del encuentro sexual. Aunque esto sea así de facto en muchos casos no quiere decir que, necesariamente, tenga que ser así. De hecho, tanto el orgasmo como la eyaculación en sí misma no son más que elementos que pueden aparecer en las relaciones sexuales y que, como cualquier otro interviniente en la misma, puede darnos todo el juego que nosotros queramos que nos de.
Cuando se asocia la idea de eyaculación con la de fin del encuentro sexual nos encontramos indefensos a situaciones como la eyaculación demasiado rápida. Sin embargo, cuando esta asociación de ideas no existe, la eyaculación, por pronto que se produzca, no es más que una excusa más para continuar disfrutando del sexo.