La heteroflexibilidad

La heteroflexibilidad es una realidad que cada vez está más presente y asentada en nuestra sociedad. Es común que se asocie el concepto con la bisexualidad pero, en realidad, no tiene nada que ver con ella. La persona que se reconoce heteroflexible es una persona totalmente heterosexual, reconocido y afirmado, que lleva una vida sexual completamente heterosexual. Se muestra ante la sociedad y ante sí mismo como una persona heterosexual, que es lo que es, sólo que, en ocasiones, de forma esporádica, mantienen relaciones sexuales con personas del mismo sexo. La heteroflexibilidad exige que los encuentros con penosas del propio sexo estén completamente descargados de carga s emocionales y, por supuesto, de compromisos de cualquier índole. Se trata, sólo, de sexo.

La heteroflexibidad es una tendencia que se da con mayor frecuencia en los hombres que en las mujeres, si bien no es patrimonio exclusivo de ellos, ni mucho menos. En ningún caso, y así lo manifiestan ellos y ellas cuando tienen ocasión, estamos ante personas bisexuales u homosexuales que no se han atrevido a sale del armario, sino que son personas que tienen una fantasía sexual que, esporádicamente, cumplen, normalmente en la clandestinidad.

Precisamente, la frontera que marca la heteroflexibilidad y la homosexualidad o la bisexualidad, es la ausencia de intenciones afectivas en cualquier tipo de relación. El amor o cualquier tipo de vínculo afectivo no es el objetivo de la escapada furtiva. En realidad, se trata simplemente, de satisfacer, de cuando en cuando, la fantasía sexual que encierran dentro. En ningún caso se tiene como objetivo la conquista afectiva. De hecho, la mayoría de los heteroflexibles tienen una vida familiar completa y feliz.

En realidad, aunque es el objetivo que se proponen, no siempre consiguen la asepsia afectiva. En algunos casos, las conductas heteroflexibles insisten en un mismo objetivo más de una vez. Esta circunstancia se suele dar con compañeros de trabajo o amigos con mucha confianza. Aunque, usualmente, huyen de términos como «enamoramiento» o «amor», en ocasiones pueden caer en situaciones muy cercanas. Cuando esto sucede, quizás es necesario revisar la»clasificación» sexual y utilizar otro tipo de categoría para esta persona.

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