¿El sexo y la inteligencia están relacionados o, por el contralor, se trata de condiciones propias del ser humano q¡pero que no urdan ninguna conexión? Pues parece que la ciencia ya tienen una respuesta para esta pregunta. La conducta sexual activa, además de contribuir a la reducción del estrés y aportar su parte para mejorar, de una forma significativa, la calidad de vida, ayuda a la generación de nuevas neuronas en el cerebro de quien la mantiene entre sus hábitos y, por lo tanto, contribuye muy significativamente a la mejora de la inteligencia. De esta manera, podemos afirmar que el sexo y la inteligencia están íntimamente relacionados.
Parece que el estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad del Maryland han observado una sensible mejora en la función cognitiva cuando se tiene una mayor exposición a la actividad sexual. Los estudios detallan cómo aumenta la neurogénesis, en el hipocampo, lugar ocupado de gestionar la memoria a paro plazo, cuando la actividad sexual se mantienen de forma habitual. Los estudio de Maryland han sido, además, complementados por los llevados a cabo por la Universidad de Konkuk, en Seúl, que además, indican que la función de aprendizaje experimenta una importante evolución positiva cuando se expone a situaciones de estrés crónico. Por tanto, parece que la inteligencia y el sexo están muy relacionados.
En general, los individuos que no experimentan sexo a diario mantienen un nivel de hormonas del estrés demasiado elevados y, por el contrario, los que disfrutan a diario del sexo, no sólo no experimentan este tipo de estrés sino que, además, el campo de envejecimiento neuronal así como la memoria a largo plazo se muestran sensiblemente más desarrolladas que en el caso anterior.
Este tipo de diferencias, sin embargo, desaparecen cuando al grupo activo sexualmente se le fuerza a realizar abstinencia sexual por un periodo de tiempo significativo. Otro aspecto presente en las conclusiones de los estudio es la relación que existe entre la práctica sexual con diferentes parejas y la generación de neuronas. Los niveles de neurotrofina descienden cuando la actividad sexual se mantienen con la misma persona.
