La literatura y el sexo siempre estuvieron relacionados. La libido no es algo que permanezca estable a lo largo de nuestra vida. Nuestro deseo sexual varía con diferentes variables como son el estado físico en el que una persona se encuentra, la edad que se tiene, según el nivel de descanso o, incluso, dependiendo de nuestra situación sentimental. Esto siempre ha estado presente en la relación que han mantenido literatura y sexo a lo largo de los tiempo.
La literatura y el sexo han llegado a alcanzar tal nivel de relación que se ha llegado a utilizar a la primera como eficaz terapia contra los problemas de la segunda. Cuando durante un tiempo el nivel de la libido de una persona no demasiado alta resulta recomendable buscar estímulos que nos ayuden a elevarlo. La literatura erótica es un de los recursos que los profesionales suelen recomendar, al menos en las primeras fases.
Los estímulos eróticos que recibe nuestro cerebro a diario son muchos sólo que cuando este no esta´acostumbrado a identificarlos pierde eficacia para reconocerlos y responder ante ellos. un entrenamiento en la percepción de los estímulos eróticos a través de la literatura es una buena idea que, además, puede solucionarnos el problema. Al menos cuando no existe otro tipo de enfermedad en el origen de nuestros síntomas.
En cualquier caso, hay que recordar que cada persona es un mundo y que cada uno reaccionamos de forma diferente ante el mismo estímulo. A modo de ejemplo, hay personas que tras un largo periodo sin sexo tienen disparado su deseo sexual y, en cambio, en la misma situación, otras personas tienen la sensación opuesta.
En cualquier caso, siempre es una buena idea tener a mano una buena colección de libreos de literatura erótica por si necesitamos echar mano de ellos en el momento más inesperado. Algunos buenos ejemplos de literatura erótica de la que echar mano si es necesario son los siguientes títulos:
- Trópico de Cáncer. (Henry Miller)
- Cartas eróticas (James Joyce)
- Emmanuelle (Emmanuelle Arsan)
- Las edades de Lulú (Almudena Grandes)
- Historia de O (Pauline Reage)
- Diario de una ninfomana (Valerie Tasso)