El pene, aunque todos tengamos uno, es un verdadero desconocido. Bueno, puede que no sea exactamente así. En realidad, las cosas más generales sí que suelen ser conocidas por l amplia mayoría. Sin embargo, a pesar de ser algo tan importante par nuestra vida sexual y, por supuesto, la de nuestra pareja, aún esconde algunas cuestiones que, probablemente, desconozcas. Vamos a realizar un pequeño recorrido por aquellas cuestiones relacionadas con el pene que no resultan demasiado conocidas.
1. Cuando un pene eyacula no necesariamente ha de suponer un orgasmo. Normalmente, eyaculación y orgasmo vienen juntos pero no siempre tienen que resultar así. Cuando se produce el orgasmo no dura un timo superior a los seis segundos. Si queremos compararlo con el de la mujer, debemos saber que sus orgasmos duran una media de 23 segundos.
2. El debate sobre si el tamaño importa o no es tan antiguo como la propia existencia. Si durante milenios de humanidad nos se ha resulto, no seremos nosotros los que nos aventuremos a buscarle una solución fácil. Lo que sí parece que tiene relación es el tamaño con el hecho de consumir tabaco o no hacerlo de forma regular. De hecho, los fumadores pueden ver como su pene se acorta hasta en un centímetro. Esto es provocado por la contracción que los tejidos experimentan cuando se fuma regularmente.
3. Los cirujanos plásticos utilizan los prepucios de las circuncisiones para hacer recomposiciones de los pezones de las víctimas de quemaduras. Para este fin, la piel del prepucio puede llegar a estirarse hasta los 23 metros cuadrados. La medicina es capaz de realizar cosas inimaginables.
4. Todo hombre ha tenido un sueño recurrente en su vida: alcanzar para chuparse su propio pene y, de esta forma, procurarse sexo oral sin necesitar a nadie. Bien, pues esto, que no es lo habitual, sucede en ocasiones. De hecho uno de cada 400 varones tienen la flexibilidad suficiente como para poder meterse su propio pene en la boca. Lo de las costillas flotantes no deja de ser un mito. El secreto está en la flexibilidad que alcance el individuo en cuestión y no en mutilarse partes de la propia anatomía.