La disfunción orgásmica, también conocida como anorgasmia, consiste en el retraso o, incluso, ausencia continuada del orgasmo cuando se producen relaciones sexuales. En ausencia de relaciones sexuales, la falta de orgasmo es bastante común. Por ello, para que, de verdad, exista un problema con la ausencia del orgasmo, convenimos que ha de ser cuando se llevan a cabo relaciones sexuales. También es necesario que concurra el suficiente nivel de excitación. De no existir excitación sexual alguna tampoco podemos hablar de disfunción orgásmica.
La disfunción orgásmica no conoce de sexo y puede darse tanto entre hombres como entre mujeres. Son muchos los mitos que se han ido creando en torno al orgasmo y a su ausencia. Se ha escrito mucho sobre las condiciones que se deben dar para que este sea posible pero, sinceramente, no siempre se ha hecho con el suficiente rigor científico como para tenerlo en cuenta.
Un caso claro de esta última apreciación es lo que se ha venido descubriendo acerca del clítoris. Por ejemplo, de siempre se ha pensado que existían dos tipos de orgasmo en las mujeres. Siempre se ha hablado del orgasmo clitorial y del orgasmo vaginal. Ahora, sien embargo, se conoce con certeza que existe un único tipo de orgasmo en las mujeres. Que cualquier víaa por la que alcance el orgasmo una muere guarda relación con la estimulación directa o indirecta del clítoris. es por esos que, con frecuencia, las mujeres alcanzan con mayor facilidad el orgasmo cuando se masturban ellas solas que con la penetración de su pareja. Por supuesto, en este caso no estamos, de ninguna manera, ante ningún tipo de disfunción orgásmica.
lo que también es necesario tener muy presente es que el hecho de no alcanza en algún momento puntual un orgasmo, por más que se intente, no tiene por qué significar, obligatoriamente, que estamos padeciendo una disfunción orgásmica. En ocasiones un problema en el trabajo, una discusión con la pareja o un pequeño dolor muscular pueden hace que no alcancemos el orgasmo no por ello tenemos relamen este tipo de problema. En cualquier caso, lo mejor cuando sospechamos tenerlo es acudir al médico especialista.