El uso del condón es imprescindible para garantizar una vida sexual sana y libre de embarazos no deseados. Eso, a estas alturas, debería ser conocido por todos. EL condón, como también deberíamos conocer todos, es el método anticonceptivo más eficiente y efectivo de cuantos conocemos. Sin embargo, a pesar del nivel de conocimiento que debiera tener ya la sociedad al respecto, hay muchas personas que ponen en riesgo su salud y la de su compañeros de fechorías sexual no usándolo. El uso del condón es un ejercicio de responsabilidad.
Pero, en realidad, m¡no basta con usarlo. Además de tener siempre presente el uso del condón para mantener relaciones sexuales, especialmente si se hace con alguien que no es nuestra pareja habitual, debemos usarlo bien. no basta con ponérselo, además, hay que hacer lo bien. Vamos a repasar algunas prácticas incorrectas en el uso del condón.
El condón ha de colocarse en el pene antes del comienzo de la penetración, Realizar el coito sin condón para calzárselo en el momento justo anterior a la eyaculación en poco ayuda a evitar la transmisión de enfermedades sexuales pero, contra lo que muchos creen erróneamente, también es insuficiente par evitar embarazos no deseados.
Utilizar un condón caducado le resta toda su eficacia, tanto como protección frente a los contagios de enfermedades como método anticonceptivo. La fecha de caducidad que aparece en los condones no es de adorno y responde a un deterioro de los materiales con el paso del tiempo que no garantizan en uso del condón en condiciones de seguridad. Utilizar, por lo tanto, condones cascados es un importante e ineficiente error.
Otro de los errores comunes en el uso del condón es proceder a abrir su envase con los dientes o, incluso, con algún elemento cortante como unas tijeras. Las posibilidades de, por accidente, dañar el preservativo sin quererlo y que, como consecuencia de la rotura, pierda su eficacia anticonceptiva y profiláctica, son realmente altas. por lo tanto, para abrir los envases que contienen los condones, basta con utilizar las manos y, además, hacerlo con mucho cuidado de no dañar el producto.