El deseo sexual hipoactivo es lo que, e términos llanos, se suele conocer como la ausencia de deseo sexual. Es, sin duda, el responsable de un gran número de problemas en la relación de pareja. Se trata de una disfunción sexual que se puede dar tanto en hombres como en mujeres aunque parece que la proporción de casos es algo mayor entre las mujeres. El deseo sexual hipoactivo no es, en realidad, la ausencia total del deseo sexual sino el descenso significativo del mismo hasta unos niveles mínimos.
El diagnóstico del deseo sexual hipoactivo se basa en la observación de diferentes factores. Por supuesto que las sospechas propias de la pareja no son suficientes y que es un especialista en que debe realizar el diagnóstico para que este sea correcto. Para ello tendrá en cuenta la edad del individuo en cuestión, su situación vital y sentimental, así como el hecho de circunstancias puntuales, tales como el estrés, que puedan justificar un descenso del deseo sexual. Toda esta información, junto a otro tipo de pruebas que pueda considerar necesarias serán las que se utilizarán para, finalmente, alcanzar el diagnóstico que considere más acertado.
En el caso de un diagnóstico de deseo sexual hipoactivo, se puede llevar a cabo una terapia para tratar de revertirlo. Existen diferentes tipos de terapia. Unos terapeutas recomiendan la que se practica en solitario, mientras que otros prefieren las practicadas en pareja. En ambos casos, las técnicas buscan la reeducación en las actitudes que se perdieron, así como el establecimiento de un proceso que tendrá como objetivo el aprendizaje del sexo como algo estimulante y divertido.
En ocasiones, sin embargo, el especialista no lela a realizar el diagnóstico de deseo sexual hipoactivo. En esas circunstancias estamos ante lo que, simplemente, es un descenso de la libido producido, probablemente, por circunstancias externas La mejor idea en estos casos es buscar los estímulos en la creación del clima de relax y romanticismo que favorezca la respuesta sexual. La introducción de nuevos elementos en las relaciones sexuales, como juguetes eróticos, nuevos escenarios o, incluso, nuevas personas, leuden ser una buena idea en estas circunstancias.