Nos gustan las curiosidades. Somos de naturaleza curiosa. Quizás sea por eso por lo que nos gusta tanto el sexo. Explorar nuevas sensaciones, nuevos caminos, nuevas metas. Dejarnos llevar por la curiosidad. De vez en cuando, nuestros seguidores lo saben bien, nos gusta traerá nuestro blog curiosidades sobre algún tema sexual concreto. Hoy vamos a hacerlo sobre una de las cosas más comunes dentro de la sexualidad. Vamos a detallar algunas curiosidades sobre la masturbación.
Una de las más llamativas curiosidades es que el 95% de los varones masturba con frecuencia, frente al 89% de l asumieres que lo nacen. Casi la mitad de los hombres lo hacen a diario. Más de la mitad de las mujeres utiliza un vibrador o dildo para llevarla a cabo. Casi el 20% de los varones, también lo hace.
Sin duda, otra de las curiosidades menos intuitivas es la que revela que los que mayor número de relaciones sexuales con otras personas tienen son los que más se masturban. Resulta que la práctica de sexo produce testosterona que, a su vez, incita al sexo. Cuanto más sexo, más ganas de sexo se tienen. Acompañados o en solitario. De manera que, si no hay posibilidad de encuentro carnal con otra persona o incluso, si sí que la hay, l masturbación resulta un complemente perfecto.
Otra de las curiosidades menos conocidas sobre la masturbación tienen que ver con los orgasmos. Contrariamente a lo que se pueda llegar a pensar, los orgasmos que tienden lugar durante la masturbación acostumbran a ser más intensos que los producidos durante el coito. En el caso de las mujeres, resulta curiosos saber que, para alcanzar un orgasmo en solitario necesitan sólo 4 minutos, mientras que para alcanzarlo en compañía precisan entre 15 y 20 minutos de media.
El término «masturbarse» vienen de la expresión latina «manus turbare» que significa algo así como «violentarse con la mano». El término, evidentemente, se acuña para la masturbación masculina y se toma prestado para hacer referencia a la femenina en lo lugar de proponer otro que hable de los dedos en lugar de la mano. El lenguaje, de siempre, ha tenido connotaciones claramente machistas.