Tener sexo en lugares raros es una aspiración de cualquiera. No hay pareja que se precie que no haya pensado alguna vez en esta opción para romper la monotonía sexual que, poco a poco, se va imponiendo en la relación. Sin embargo, tener sexo en lugares raros no sólo es un deseo de aquellos que mantienen relaciones estables que se van llenando de rutina. El morbo que llega a proporcionar un encuentro sexual en lugares raros también es muy apreciado por todo tipo de personas sexualmente activas. Por supuesto, hay un amplio abanico de opciones, desde las más osadas hasta las menos atrevidas. En cualquier caso, todas y cada una de ellas pueden tener su momento.
Para lugares raros a la hora de mantener sexo los que se muestran ante nosotras en un parque de atracciones. Una noria, por ejemplo, puede ser tremendamente excitante. La sensación que proporciona la altura, unida al morbo de poder ser sorprendidos por compañeros de atracción, paseantes e, incluso, operarios, confluyen en un cúmulo de sensaciones tremendamente excitantes. Cualquier otra atracción, como la montaña rusa o, incluso, el tío vivo, pueden sustituir a la primera.
El túnel de lavado es un clásico en lo que a lugares raros para mantener sexo se refiere. El sonido del agua golpeando el coche, la espuma sobre los cristales y el vaho que se cuela por las rendijas del vehículo. En realidad, esta experiencia es un cúmulo de sensaciones. Existe intimidad, pero la justa. Estamos visibles al mundo pero con cierta protección. Eso sí, para asegurarte de terminar la faena, contrata un lavado de larga duración.
Otro clásico es visitar una casa en venta fingiendo interés por comprarla para, en cuanto nos hemos deshecho del molesto trabajador de la inmobiliaria, practicar una sesión de sexo rápido en cualquiera de las estancias de la vivienda. Lo más difícil para añadir éste a nuestra lista de lugares raros es conseguir que el vendedor nos deje solos. Lo normal es inventar una excusa del tipo, si no le importa nos gustaría visitar la casa tranquilamente y sin presiones externas. Aunque parezca extraños, suele funcionar y la mayoría accede a dejarnos soleo en la vivienda por unos minutos.