La búsqueda del ansiado orgasmo suele estar presente en cada relación de carácter sexual. Un buen polvo suele contener importantes dosis de intimidad, pasión y placer, provocados por la sucesión paulatina de caricias, besos y, en general, ternura. Cuando nos tomamos el tiempo y la dedicación suficiente en nuestros encuentros sexuales, todos nos encontramos más cerca del ansiado orgasmo.
En muchos casos pareciera que el único fin del encuentro sexual fuese eso, sin embargo, no tienen por qué ser así. Existen muchas formas de tener un encuentro sexual altamente satisfactorio sin necesidad de llegar al clímax. Sin embargo, en la mayoría de los casos nos sentimos mejor si, tras un encuentro de alto voltaje sexual, todos caminamos hacia la consecución del ansiado orgasmo.
Algo que siempre tenemos en la cabeza es que los hombres tienen más fácil alcanzar el ansiado orgasmo que las mujeres. Esto puede ser cierto y, fundamentalmente, se debe a las diferencias entre hombres y mujeres a la hora de conseguir la temperatura sexual adecuada. Mientras en los varones, la mayor parte de la sexualidad está claramente localizada en el pene y su entorno, en el caso de las mujeres, sus mecanismos son más complejos y están relacionados con una gran cantidad de terminaciones nerviosas repartidas a lo largo y ancho de su cuerpo, no simplemente en el órgano sexual.
Algunas causas que limitan la posibilidad de conseguir el ansiado orgasmo tiene que ver con la ansiedad, con el cansancio físico o, simplemente, con una técnica poco adecuada para conseguir tal fin. Limitar las causas que nos provocan cualquier tipo de ansiedad y estrés en nuestra vida normal suelen ayudar a normalizar los encuentro sexuales y, de esta manera, contar con una mejor predisposición a la hora de alcanzar la mayor temperatura sexual posible.
Debemos tener muy presente que la cantidad y calidad del ansiado orgasmo puede ser muy diferente según la situación y las circunstancias en las que nos encontremos. Diferentes situaciones requieren diferentes formas de alcanzarlos y, por supuesto, diferentes intensidades. Lo cierto es que, con todas sus variantes y posibilidades, el orgasmo es sin duda, el fin que busca alcanzar la mayoría de las personas que mantienen relaciones sexuales.