En invierno hace frío. Al menos, así ha sido siempre. Desde la prehistoria, le hombre ha buscado diversas formas de protegerse de los rigores de la más dura de las estaciones. Desde protegerse en cuevas y cavernas hasta tomar las pieles de las piezas de caza. Los avances tecnológicos han hecho que tengamos una inmensa colección de artilugios que nos ponen mucho más fácil protegernos de la hostilidad del invierno. Pero, sin duda, lo que mas abriga del frío es el sexo. Si, normalmente, el sexo resulta protector, en invierno mucho más.
Parece lógico pensar que la mayoría de la gente tenga como estación más propicia para el sexo al verano. La gente se esfuerza en exhibir sus cuerpos aligerando la ropa, los cuerpos se broncean para adaptarlos a los actuales cánones de belleza y las altas temperaturas hacen que la sangre fluya a mayor ritmo por las venas. Sin embargo, contra todo pronóstico, una popular marca e juguetes eróticos se ha encargado de llevar a cabo un estudio cuyas conclusiones sitúan al invierno como estación preferida para disfrutar del sexo.
Puede que, simplemente, se trate de una guerra de sentidos. Durante el verano, la vista es el mayor receptor de estímulos. Sin embargo, en invierno, cuando el frío hace que ocultemos nuestros cuerpos bajo capas y capas de ropa, es el tacto el que hacer de protagonista. El roce de los cuerpos que se unen para evitar el frío parece un estímulo mucho más potente que cualquier otro. Nuestra libido crece cuando dos p¡cueros se abrazan huyendo del frío.
Pero parece que no sólo es la climatología lo que cambia con el paso de las estaciones. Nuestra forma de entender la realidad parece que también se ve alterada. interpretamos el mundo que nos rodea según nos encontremos en una estación o en otra. Nos relacionamos con el mundo de forma distinta. Lógicamente, el eso no se mantiene ajeno a estos cambios y también hace que nuestro cuerpo funcione de forma diferente. El estudio revela un dato curioso: los meses en los que mayor predisposición al sexo solomos mostrar son los de diciembre, enero y febrero.