Garganta profunda es un conocido clásico del porno. En esta película la protagonista tienen le clítoris en la garganta y sólo es capaz de estimularlo introduciendo enormes glandes hasta bien dentro de su garganta. Sólo de esta manera conseguía el placer sexual. Esta obra maestra del cine porno fue estrenada, por supuesto que no en España, en el lejano año 1972. En esa época el porno era diferente y, de alguna manera, todo lo relacionado con la sexualidad, también. Garganta profunda supuso un antes y un después. Supuso una revolución, tanto en la forma de enfrentarse a la sexualidad desde el celuloide, como en el modo en que la sociedad empezó a entender la sexualidad social.
Además de una mítica película, sin duda, adelantada a su tiempo, garganta profunda, precisamente a raíz de aquella, es una técnica sexual que consiste en introducirse en pene en la boca a tanta profundidad que éste llegue a contactar con la garganta. Como todo, este tipo de acto tienen sus fieles seguidores y sus más persistentes detractores.
Para realizar una garganta profunda de calidad para el que recibe la mamada y con completa seguridad para quien alberga la polla en su boca, ésta ha de llegar hasta la faringe media, también llamada bucofaringe, Que el glande baje más allá de esa zona no supondrá un mayor placer para el que lo recibe y sí un importante riesgo de lesión para quién, generosamente, ofrece su boca. Por lo tanto, mejor no correr riesgos innecesarios.
Uno de los problemas que suele ofrecer la garganta profundo para algunas personas es el problema con el reflejo del vómito. introducirse tan adentro un glande, sobre todo si es de grandes dimensiones, activa la necesidad de vomitar. El organismo detecta que algo del tamaño equivocado se está introduciendo por el lugar equivocado y, sabiamente, tiende a expulsarlo a través del vómito. Sin embargo, el reflejo del vómito es algo que se puede controlar.
Un sencillo entrenamiento con un dildo que permita simular la técnica de la garganta profunda puede ser suficiente. Básicamente, el entrenamiento consiste en enviar el aire para respirar a través de la nariz y no por la boca. Cuando este se consigue, el reflejo del vómito está controlado por completo.