Las cosas desagradables pueden aparecer hasta en aquellos ámbitos de la vida que más nos seducen y que realizamos con mayor pasión y dedicación. En el sexo, por supuesto también pueden llegar a estar presentes y no son, en absoluto recomendables. Hoy vamos a dar un repaso por las cosas más desagradables que pueden suceder en el sexo. lo recomendable es hacer lo posible por tratar de evitarlas. Si no fuera posible, tampoco resulta conveniente obsesionarse con ello. Si esto sucediese, lo mejor, como en casi cualquier circunstancia, es relajarse y disfrutar.
Liderando el ranking de las cosas más desagradables que nos podemos encontrar en el sexo, sin duda, aparece la higiene. En realidad, lo desagradable es asistir a una lección par´chica de ausencia de ésta. Las personas que descuidad en aseo personal, especialmente a la hora de enfrentarse a una buena sesión de sexo, son capaces de bajar la libido al más pintado. Se trata de una cuestión tan desagradable que puede llegar a frustrar una relación sexual por muchas ganas que de ella se tuviese.
Toparse en un encuentro sexual con alguien con un exceso de labia es otra de las circunstancias más desagradables que alguien se puede encontrar cuando pretendía enfrentarse a una sugerente sesión de sexo. Las personas que hablan sin parar en cualquier circunstancia, incluidas las que tienen que ver con las relaciones sexuales, pueden llegar a ser absolutamente desesperantes. Un buen número de profesionales esperan en sus clínicas que para escuchar gustosos los soliloquios de este tipo de personas. por favor, si usted es este tipo de persona, recuerde que al resto del mundo le da absolutamente igual su vida.
Estar presente cuando una persona con la que vas a mantener sexo expulsa al mundo exterior su colección de gases corporales puede convertirse en una de las experiencias más desagradables. Las digestiones pesadas pueden ser una auténtica tortura para aquel que se ha de enfrenta a un encuentro sexual. Todas las variedades son igualmente repugnantes. Las que sólo son sonoras y no vienen acompañadas del olor característico, aunque parezcan las más benignas de todas las posibles, también pueden resultar ampliamente perjudiciales para la autoestima de los amantes.