El complejo por tener un pene demasiado pequeño es uno de los que se dan más frecuentemente entre los varones cuando de cuestiones sexuales se trata. Esta circunstancia resulta común entre los hombres de todo el mundo. La preocupación por el tamaño del pene es aló que une a todos lo sombres del planeta y siempre queda al margen de las diferencias sociales o culturales que pudieran darse entre individuos de diferentes comunidades. Sin embargo, el complejo por tener un pene demasiado pequeño no siempre está justificado De hecho, en la mayoría de los casos no lo está.
En realidad, se considera micropene a aquél miembro viril que, en erección, tiene una medida igual inferior a 7,1 centímetros. Por encima de esa medida estaremos ante un pene completamente normal y con todas sus prestaciones listas para su uso y disfrute. Si hablamos de la longitud media de los penes españoles podemos estar rondando los 13 centímetros. En cualquier caso, como queda dicho, esta medida responde a valores medios. Incluso personas con un pene en torno a los valores medios, a menudo suelen sufrir complejo por tener un pene demasiado pequeño.
Cuando se da esta circunstancia en la estructura psicológica de una persona, suele hacerlo desde la adolescencia. El complejo por tener un pene demasiado pequeño suele conllevar diferentes problemas relacionados con el mundo de las relaciones personales no sólo en el ámbito sexual sino también en cualquier otro en que las circunstancias pudieran llevar a quedar expuesto ante los demás, ya sea completamente desnudo o, incluso, con poca ropa que evidencie los genitales.
La inseguridad en sí mismo es el rasgo principal por el que se define el carácter de un hombre que tiene este tipo de complejo. Éste llega hasta tal extremo que se llega a tener la absoluta convicción de sentirse incapaz de poder satisfacer sexualmente a cualquier mujer lo que, por supuesto, impide la relajación necesario para realizar el coito con un mínimo de garantías de éxito cosa que, como no podía ser de otra manera, hace que todo se vuelva más difícil, retroalimentando la falta de confianza de forma permanente.