En el mundo actual parece siempre nos falta tiempo y que todo se tiene que hacer de forma rápida y acelerada incluyendo, evidentemente, el sexo. El Slow Sex es una nueva tendencia que consiste en hacer que el sexo sea más lento y extenso, es decir, que nuestras relaciones sexuales sean de larga duración.
Cuando el sexo se hace de forma rápida, puede dejarnos bastante insatisfechos y llegar a producirnos cierta frustración. Incluso puede que nos entren ganas de no volver a tener ese tipo de encuentros. Para evitarlo, debemos acostumbrarnos a invertir más tiempo en nuestras relaciones más íntimas. Eso va a suponer más tiempo para nuestro propio conocimiento y el de nuestra pareja, mejor comunicación y, como resultado de todo eso mucho más placer.
Para practicar el Slow Sex y prolongar nuestros encuentros sexuales podemos recurrir a ciertas técnicas. Estos son algunos consejos.
Los preliminares son una parte muy importante dentro de las relaciones sexuales y debemos poner mucha atención en su realización. Lo primero que debemos hacer es conocer muy bien nuestro cuerpo y el de nuestra pareja. Saber que zonas son las que nos producen mayor placer, pero también las que nos puedan producir cierto rechazo. Para conseguirlo es muy importante la comunicación.
Antes de comenzar lo que es el acto en sí, podemos ir calentando el ambiente con algún mensaje sugerente a través del móvil, ver alguna película erótica, darnos un baño juntos o tomarnos una copa de vino. Después ya pasamos a lo que son lo preliminares propiamente dichos. Besos, caricias con los dedos o con algún objeto como una pluma, utilizar un cubito de hielo para provocar sensaciones, vendarnos los ojos, recorrer el cuerpo de nuestra pareja con la boca y la lengua. Esto ya nos va a ir produciendo mucho placer. Debemos ir incrementando esa sensación antes de proceder al coito.
Una vez que hemos comenzado la penetración, es muy importante que controlemos muy bien el ritmo y la respiración. Cuanto más rápido vayamos y más agitada sea nuestra respiración, más fácil va a ser que consigamos antes el orgasmo. Es conveniente llevar un ritmo pausado y la respiración lenta y profunda. Las posturas también son muy importantes y tienen que ser cómodas para los dos.
Para evitar que los hombres eyaculen antes de que la mujer haya llegado al orgasmo es muy aconsejable que practiquen los ejercicios de Kegel, que les ayudan a fortalecer los músculos pélvicos y a controlar mejor la eyaculación.