El sexo casual es bastante frecuente. Afortunadamente nuestra sociedad hace tiempo que se modernizó también en cuestiones sexuales. Gracias a ello, las relaciones esporádicas están a la orden del día. No hace falta comprometerse para toda la vida para tener sexo con una persona. Basta con que ambos estén de acuerdo para poder ponerlo en marcha. Pero las ganas de sexo casual siempre responden a una motivación interna. Vamos a dar un repaso a algunas de las más comunes.
La calentura momentánea, sin duda, es la motivación más frecuente. Para los jóvenes, afortunadamente, el sexo no es más que una forma de diversión. El sexo casual se produce entre ellos con el único fin de pasar un rato divertido en busca de placer. Una vez se lleva puesto el calentón sólo es necesario buscar a alguien para compartirlo. Y entre estas personas se pueden dar dos situaciones, Aquellos que ya levan incorporado el calentón o aquellas otras personas que con un pequeño esfuerzo sería capaz de conseguirlo en un periodo de tiempo razonable . En cualquier caso, dos personas con un importante calentón encima garantizan sexo desenfrenado del bueno.
La influencia de alcohol, por supuesto, es otra de las causas principales que motivan el sexo casual..Resulta paradójico que el alcohol anime tanto a buscar sexo rápido cuando, en exceso, es un problema para mantener relaciones sexuales. Sin embargo, así funciona. Todas las discotecas del mundo andan llenas de personas con demasiado alcohol en su cuerpo que buscan una buena sesión de sexo de usar y tirar. El problema es que, cuando el alcohol hace de las suyas en el interior del organismo, no resulta fácil consumar la tarea.
La gratificación emocional que una conquista sexual supone es tan grande que algunos hombres y mujeres buscan permanentemente víctimas para sus encuentros sexuales. Este tipo de personas no desperdician nunca una ocasión para la búsqueda del sexo casual. Es tal el placer que les produce la satisfacción del objetivo cumplido que estando en el trabajo, de fiesta o en un atasco son incapaces de no estar al acecho por si una presa fácil se pusiese a su alcance.
