La erótica de los aviones es innegable. En realidad, son los viaje los que despiertan nuestras más bajas pasiones. García Márquez, el genio de la literatura universal, concebía los viajes, al igual que el poder, como un elemento afrodisíaco. Y cuanto más glamour hay en el viaje, o en el medio de transporte que utilizamos, mayor es la capacidad afrodisíaca que aflora bajo su halo. la erótica de los aviones, llegados a este punto, es absolutamente única. Ninguna forma de transporte, de momento, desprende mayor sex appeal.
Pero la erótica de los aviones no reside, únicamente, en cuestiones metafóricas, como pueda ser la forma fálica del propio aparato, sino en en asuntos mucho más prosaicos. De momento, el ritual de embarque ya nos genera una tensión que está muy cerca de la sexual. Cuando el aparato comienza a alejarse del suelo vamos viendo como los problemas quedan aparcados en tierra firme mientras nosotros nos alejamos de ellos en un microcosmos ajeno a todo. Además, estamos completamente rodeados de extraños que están en la misma situación que nosotros. El contexto es perfecto para que los instintos sexuales afloren en nosotros, por otro lado, de la misma manera que afloran, por ejemplo, en nuestra compañera de vuelo del asiento contiguo.
La erótica de los aviones es tan común que la fantasía sexual más frecuente en hombres y mujeres de todo el mundo es mantener un encuentro sexual en el lavabo de un avión con un desconocido al que nunca más volverás encontrarte. El cine está para darnos ideas para nuestros sueños y para cumplir los que nosotros no podamos, por eso, Sylvia Kristel se lo montó en pleno vuelo con un pasajero desconocido en Emmanuelle, a célebre película erótica de 1974.
La tecnología no podía mantenerse ajena a la erótica de los aviones, por un lado, ni a los instintos salvajes que despierta en los pasajeros, por otro. De hecho, ya existe una aplicación que sirve para contactar con aquellos pasajeros de tu mismo vuelo que busquen una aventura sexual a bordo del avión que os transporta. La tecnología siempre al servicio de las personas y de sus pasiones.