La tirsteza postcoital está presente en nuestras vidas. Un tercio de las mujeres y un 25% de los varones se sienten deprimidos después de mantener sexo. Esto sucede incluso si se trata de un encuentro satisfactorio. Esto es lo que revela un estudio australiano publicado en una prestigiosa revista internacional de salud sexual. Esta situación, conocida técnicamente como disforia postcoital afecta al 10% de las mujeres y al 6% de los hombres con regularidad. Se caracteriza generalmente por un sentimiento de tristeza, ansiedad, arrepentimiento, agitación e, incluso, irritación sentimental después del sexo. La tristeza postcoital se manifiesta de un modo frecuente en la vida de un gran número de personas.
La tristeza postcoital puede afectar a todo tipo de hombres y mujeres. En este caso no importa la edad, afecta de igual manera a jóvenes y mayores. Este sentimiento lo comparan con el famoso sentimiento de remordimiento de un comprador impulsivo. La mayoría de las personas que sufren este problema son personas que tienen sentimiento de culpa respecto al sexo en general, debido a su educación o a su religión que les prohíbe algún tipo de relación sexual. Otro grupo especialmente afectado es el de aquellas personas que pese a estar en pareja o casados, mantienen relaciones sexuales con otras personas fuera de su relación habitual.
Los investigadores todavía no saben con certeza las causas de la tristeza postcoital pero, en teoría, y dado que se supone que el sexo ofrece una relajación y satisfacción física y psicológica, eso se debería reflejar en la vida en general. Para algunas personas, aunque no haya ningún inconveniente para practicar sexo y, aunque se trate de una práctica sexual dentro de la relación formal y no de algo puntual o esporádico, se sienten deprimidos. Algunos expertos explican que es debido a los cambios hormonales después del orgasmo. En realidad se trata de los mismos cambios que pueden desencadenar dolores de cabeza después del sexo.