Recibe el nombre de halitosis el mal olor que desprende la boca. Por lo general, nosotros no percibimos nuestra propia halitosis, resulta un problema porque hay veces que no nos damos cuenta de que estamos produciendo un rechazo sobre la gente que nos rodea por culpa de nuestro mal olor bucal. Por supuesto, esto plantea un problema mucho más grave si con quien estamos es la persona con la que queremos intimar.
Una de las sensaciones más desagradables que uno puede experimentar es ir a besar a una persona y que ésta desprenda un aliento fétido. La halitosis es un gran problema si queremos que una velada acabe en sexo.
Según un estudio de la Federación Española de Sexología, el 29% de las mujeres considera la halitosis el principal inhibidor del deseo sexual, incluso por delante de la eyaculación precoz y la falta de erecciones. Pero, por supuesto, el mal aliento no es únicamente un problema de los hombres, ya que muchas mujeres también lo padecen.
Las causas que pueden provocar halitosis son muy diversas. Si queremos evitar la halitosis restaran muy útiles una serie de consejos.
No tener una correcta higiene bucal es la principal causa de halitosis. Hay que recordar que la comida que queda entre los dientes con las bacterias de la saliva se pudre con rapidez y esto provoca que nuestra boca desprenda olor a podrido. Es necesario cambiar de cepillo de dientes cada tres meses aproximadamente. Además, cuando nos lavamos los dientes debemos recordar que la lengua también es parte de nuestra boca.
Algunos alimentos, como la cebolla y el ajo, es mejor evitarlos si tenemos idea de tener una noche desenfrenada de sexo. En cambio, beber agua favorece la segregación de saliva y tener la boca salivada evita la halitosis. Si se nos queda la boca seca es bastante útil tener un chicle a mano, masticar chicle induce la salivación.
El tabaco no sólo deja un olor asqueroso a cenicero sino que, además, el humo hace que se frene la producción de saliva. Por si esto fuera poco, los productos que contiene el tabaco son tan tóxicos que hacen que las encías pierdan oxigenación y favorecen la aparición de enfermedades como la gingivitis.
Si prestamos atención a todas estas cuestiones y, además, nos comemos una manzana de vez en cuando o tomamos infusiones de menta, nuestro aliento será fresco y sano. Lo que, a la hora de tener sexo, siempre jugará a nuestro favor.