A pesar del interés creciente, la medicina todavía está haciendo verdaderos esfuerzos para ayudar a las mujeres que sufren algún tipo de disfunción sexual. Una sencilla intervención en la denominada «próstata femenina» es el último avance médico en este sentido Como ya sabemos, en términos generales, hay dos tipos de orgasmo, el orgasmo del clítoris, sin duda el más asequible, y el orgasmo vaginal, más difícil pero más intenso. Esto último se debe principalmente a la estimulación del punto G, o más bien, a la «próstata femenina».
La «próstata femenina» fue mencionada en un escrito científico por primera en el siglo XVII, cuando De Graaf lo describió como «el tejido glandular alrededor de la uretra, que libera una mucosidad líquida y hace a la mujer más deseable por su olor acre y salado». En 1999 Milan Zaviavic tras realizar 200 autopsias, confirma que hay un tejido glandular periuretral en el 80% de las mujeres y cuyo marcador es el PSA, es decir, el mismo que para la próstata masculina. Cuando disminuye la fabricación de hormonas femeninas, este tejido se encoge y, con el tiempo, la respuesta sexual disminuye. Para remediar esto, varios médicos tuvieron la idea de hacer este órgano algo más grande.
La causa de los problemas en las mujeres víctimas de trastornos sexuales, tales como dificultades orgásmicas o pérdida de la libido, podría ser la atrofia de la próstata. Para hacer frente a esta situación, algunos médicos se han planteado hacer más grande esta zona mediante la inyección de una serie de productos.
Ampliamente utilizado en medicina estética y, más recientemente, contra la incontinencia femenina, el ácido hialurónico puede inyectarse fácilmente a través de la mucosa, en el área alrededor de la uretra eréctil bajo anestesia local. La mujer tendrá que tomar una serie de precauciones para garantizar el nivel de higiene. Esta operación no dura más de unos quince minutos.
El ácido hialurónico tiene una vida limitada y, por lo tanto, no está destinado a durar de por vida. La idea de este tratamiento es que la mujer afectada tenga la ocasión de volver a descubrir su cuerpo. Que pueda reactivar la sensibilidad del punto G femenino. Muchos todavía no conocen el orgasmo vaginal, esta sencilla intervención, puede hacer que despierten sensaciones dormidas durante largo tiempo.