¿Quién dijo que el tamaño del pene no importa? ¿Quién dijo que el tamaño del pene no cuenta para las mujeres? En realidad, lo más importante es saberlo utilizar, sea grande o pequeño, pero el tamaño sí que importa. Si a una mujer ávida de sexo le ponen a elegir entre un micropene, un pene pequeño, un pene de tamaño medio y un pene grande, ¿qué crees que eligiría? Probablemente el pene grande sea el que más excitación le transmite a priori, pero, introducirse por la vagina una polla de descomunales dimensiones, puede llegar a ser un problema. Un doloroso problema.
En primer lugar debemos ponernos de acuerdo sobre cuándo podemos considerar que un pene es grande. En general, cuando un pene mide más de 17 cm en erección es cuando se suele considerar que estamos ante un pene grande. Por encima de los 17 cm ya no sería grande. En ese caso ya nos encontraríamos ante un falo enorme, desproporcionado.
¿Hay algún truco para no sentir dolor al ser penetrada por un pene grande? Cuando a una mujer le van a introducir por la vagina un pene grande es normal que sienta algún tipo de temor a sufrir dolor. Una vez superada la sensación del descubrimiento de un miembro de admirables dimensiones, suele venir el temor al dolor. La reacción ante lo que puede ser una agresión en toda regla. Lo primero que siempre hay que hacer es conseguir la lubrificación necesaria. Lo consideres o no necesario, es decir, aunque se haya lubrificado suficientemente de forma natural, es mejor añadir un lubricante que facilite la tarea. También es aconsejable la paciencia del propietario del pene grande. Introducirlo muy lentamente y con mucho cuidado es imprescindible para no causar dolor a la anfitriona. También es importante que la mujer, a la más mínima sensación de dolor le pida a su compañero de juegos que pare. De continuar puede dejar la zona dolorida y cualquier nuevo intento puede resultar muy desagradable.
El secreto está en tener mucha paciencia. La vagina es un órgano flexible. Con el tiempo y la estimulación suficiente puede llegar a acoger objetos de dimensiones colosales. No podemos dejar que l calentón del momento nos juegue malas pasadas y nos deje sin disfrutar del encuentro.