El Tantra es la parte del yoga que nos hace ver el sexo desde un modo más espiritual. Las prácticas de sexo tántrico van más allá de lo meramente físico para lograr una forma de crecimiento tanto individual como de pareja.
Una de las claves para conseguir que el sexo tántrico se realice plenamente y sea totalmente satisfactorio es poder llegar a dominar como canalizamos nuestra energía sexual. En el caso de los hombres, esto se consigue controlando el momento de la eyaculación. Como al inicio, este control puede resultar algo difícil, vamos a darte algunas pautas para conseguir que retrases la eyaculación cuando practiques sexo tántrico.
Lo primero que debes tener es paciencia. Las primeras veces que realices sexo tántrico es muy posible que te cueste retener la eyaculación, pero, según vayas aumentando la práctica, conseguirás controlarlo e irás incrementado el número de minutos que podrás aguantar sin correrte, hasta llegar a varias horas e incluso habrá sesiones de sexo tántrico en las que no llegues a eyacular.
Es bueno que comiences con posturas en las que seas tú el que controle los movimientos en la penetración, de esta forma, cuando sientas que te vas a correr puedes cambiar el ritmo o parar y seguir con caricias y masajes hasta que se te pase el impulso de eyacular.
Cuando vayas a realizar la penetración hazla sin movimientos, de un modo estático, sintiendo solamente el calor de su vagina. Incorpora lentamente los movimientos, controlando la respiración y estimulando el flujo de energía.
Una técnica que aplican los practicantes del sexo tántrico para frenar la eyaculación es presionar la zona del perineo, que se encuentra entre los testículos y el ano, para calmar el impulso de eyacular. Puedes utilizar esta técnica las veces que necesites para que tu encuentro sea más prolongado.
Si nos concentramos y sabemos mantener un ritmo pausado, la respiración puede ser una de las mejores herramientas que tenemos para poder controlar el momento de la eyaculación.
Si llega un momento en el que ya no puedes retardar más la eyaculación, limítate a disfrutar del placer y compartir esa maravillosa sensación con tu pareja.