El origen del masaje tántrico:
Como su nombre indica, el masaje tántrico es un ritual enseñado en los tantras, que son los libros esotéricos sagrados. Están influenciados por las tradiciones antiguas de los indios y de los chinos. Según explican, el masaje tántrico trata de ser un intercambio de amor de forma sutil.
Hoy en día, es practicado por muchas parejas, lejos de los spas y centros de masaje tradicionales. A pesar de su alto contenido erótico no es difícil encontrar terapeutas que nos los apliquen.
El protocolo a seguir es:
El masaje tántrico se practica totalmente desnudos (sin toallas ni ropa interior en las zonas íntimas). El masajista o la pareja que dará el masaje tendrá que utilizar un aceite con temperatura un poco alta, no para llegar a molestar pero que este muy cálido.
A diferencia de otras técnicas de masaje, el masaje tántrico no tiene normas fijas. Es envolvente y muy placentero. El masaje tántrico trata de hacer grandes movimientos con el fin de llegar a tener una conexión entre todas las partes del cuerpo y tiene que afectar a los siete chakras (supuestamente los 7 puntos de energía en el cuerpo del ser humano).
Los movimientos de amasamiento del masaje tántrico consisten en una presión ligera, y especialmente un lento masaje agradable con los dedos de forma suave, hasta el punto de que se haga muy difícil seguir dichos movimientos con la consciencia. Las manos del masajista se deslizan de los pies a la cabeza de la pareja. Tiene que ser de forma a la vez firme y dulce. La idea es introducir en el cuerpo un estremecimiento que haga difícil pensar en otra cosa.
Las zonas íntimas no se excluyen del masaje nunca. Las manos tienen que tocar suavemente y con regularidad, pero sin llegar a ser una masturbación.
Durante el masaje tántrico, la respiración es fundamental: tiene que ser muy profunda, porque el objetivo es llegar a la relajación total de la pareja, desbloquear sus emociones y permitirle llegar a las sensaciones beneficiosas del tacto de las manos.
Los beneficios del masaje tántrico:
Particularmente sensual, el masaje tántrico tiene como primer objetivo la conciencia corporal, ir más allá del control mental, lejos de comportamientos y acciones automáticas de la vida sexual cotidiana.
El estar física y mentalmente presente sólo para satisfacer a tu pareja, es lo que ayuda a construir un momento sensual entre los dos, sin que tengan que interferir pensamientos ajenos.
En la tradición tántrica, estos movimientos despiertan la inspiración para las mujeres y las fuerzas vitales para los hombres. A pesar de que no se trata de un acto puramente sexual, es ideal para los hombres y mujeres que necesitan mover su energía sexual y erotizar su relación.
Para los seguidores de esta filosofía, el masaje tántrico es una experiencia no solo sensual, sino también espiritual.