El Marqués de Sade (1740-1814) fue un filósofo y escritor francés cuyas obras se caracterizan por el recurrente relato de los más aberrantes actos de violaciones y violencia extrema, la descripción de parafilias y la militancia de un ateísmo radical. El Marqués de Sade prima en sus textos la idea de la victoria del vicio sobre la virtud.
La filosofía en el tocador (1795) es una de las novelas más conocidas del Marqués de Sade. En ella se describe, a lo largo de siete diálogos, la completa perversión de la joven Eugenia, llevada a cabo por unos “instructores”. En el transcurso de unas horas, estos “educadores” consiguen introducirla en el mundo del libertinaje, filosofía que acaba adoptando hasta tal punto de que llega a torturar a su propia madre de la forma más cruel posible. Es golpeada brutalmente, violada, contagiada de sífilis y sus genitales son cosidos.
Esta obra del Marqués de Sade contiene todos los personajes, situaciones y recursos de la narrativa de Sade. Junto a los “educadores” que imparten las lecciones sexuales, se encuentra el filósofo que describe la situación de una sociedad en la que la aristocracia y el clero exaltan unos valores en público, pero son incapaces de llevarlos a cabo en la intimidad.
Lo que podemos encontrar en esta novela puede catalogarse, evidentemente, como desviaciones sexuales. Sin embargo, nacen de la rebeldía de sus protagonistas contra los frenos que la sociedad les quiere imponer para limitar sus deseos. Surgen del individuo para trasladarse a la sociedad. Reina la destrucción y la muerte, pero la naturaleza no se ve alterada.
La obra del Marqués de Sade ha sido constantemente prohibida y perseguida. Sus novelas se han considerado en muchos casos como catálogos de desviaciones sexuales y él como un degenerado capaz de los mayores excesos con el objetivo, a través de sus obras, de arrastrar al resto de la humanidad a cometer las mismas atrocidades.