Si alguna vez has soñado con arrancarle la ropa a tu pareja o en untarle el cuerpo con nata o chocolate para mezclarlo con sus propios sabores, una de las opciones que tienes para combatir la “rutina sexual” es la lencería comestible. Una de las armas más eficaces contra el aburrimiento es la lecería comestible. En cualquier sex shop o tienda especializada podrás encontrar todo tipo de lencería comestible. Desde braguitas y sujetadores confeccionados con caramelos hasta tangas de gominola, cubrepezones y anillos para el pene de caramelo, esposas comestibles… y todos ellos con una gran variedad de sabores (vainilla, fresa, menta, piña, plátano…). La lencería comestible es un antídoto contra el aburrimiento.
Porque el aburrimiento es, precisamente, uno de los problemas con los que se encuentra una pareja después de un largo tiempo de relación. El sexo llega a convertirse en una rutina. Debido a diversos factores, como pueden ser el trabajo, los hijos, el cansancio o el estrés, la frecuencia y la intensidad de las relaciones sexuales va disminuyendo poco a poco y el interés se va perdiendo. El sexo se practica casi de una forma programada. Los mismos días, a las mismas horas, las mismas posturas… llegando a realizarlo muchas veces de forma “mecánica” y sin disfrutarlo plenamente. Devorar la lencería comestible de tu pareja es una buena alternativa al aburrimiento.
Es por eso que hay que reavivar constantemente esa pasión y conseguir que la llama no se apague nunca. Para ello no tenemos que tener miedo a fantasear ni a probar cosas nuevas e, independientemente de la frecuencia, ya que hay factores que no podemos controlar, conseguir que cada encuentro sexual sea único e intenso.
Puedes comentar este juego con tu pareja o puedes sorprenderla un día y retarla a que te “lo coma todo”. Seguro que no se queda de ningún modo indiferente y vuestra relación lo agradecerá.
Y si te estás preguntando si tanto dulce mejorará tus relaciones pero estropeará tu línea, no debes preocuparte, todos estos dulces son bajos en calorías y las pocas que puedas llegar a coger las vas a quemar después.