La terapia sexual es una forma de psicoterapia que ayuda a las personas con problemas relacionados con el sexo y/o la intimidad, como la disfunción eréctil , la eyaculación precoz, el dolor durante el coito y la libido baja. La terapia sexual también puede ayudar a las parejas que tienen problemas para quedarse embarazadas o para someterse a un tratamiento. También a las personas que desean mejorar su rendimiento sexual. La terapia sexual existe desde hace mucho tiempo. Fue desarrollada originalmente por el Dr. William Masters y Virginia Johnson a finales de la década de 1950. Desde entonces, el campo ha evolucionado hacia una práctica más profesionalizada bajo la dirección de psicólogos clínicos y psiquiatras con formación especializada en sexualidad humana.
La terapia sexual es un tratamiento prescrito por un clínico titulado para ayudar a parejas y personas que tienen problemas sexuales. Los terapeutas sexuales son profesionales de la salud mental formados que han dedicado tiempo a aprender sobre las complejidades de la sexualidad humana y cómo se entrecruza con otros aspectos de la vida, como la relación de pareja, la historia familiar, los antecedentes culturales, las creencias religiosas y otros.
La terapia sexual difiere de la psicoterapia habitual en que se centra en los problemas sexuales más que en cuestiones relacionadas con la personalidad o el bienestar mental. La sexualidad es una parte importante del ser humano. Sin embargo, algunas personas experimentan estrés relacionado con su propia sexualidad o la de los demás. Los terapeutas sexuales tratan los síntomas causados por estos problemas, como la ansiedad o la depresión, más que los aspectos específicos de la identidad sexual.
La terapia sexual puede ayudar a personas de todas las edades y procedencias. Las personas que experimentan problemas de deseo, excitación o satisfacción sexual pueden beneficiarse de este tipo de terapia. Algunos ejemplos son:
-
-
- Adultos jóvenes que se sienten ansiosos acerca de su sexualidad o carecen de confianza en su capacidad para tener experiencias sexuales satisfactorias.
- Adultos a los que les resulta difícil hablar de sexo con su pareja y/o tienen dificultades para expresarse sexualmente.
- Parejas que tienen problemas para comunicarse sobre temas sexuales o de intimidad.
-
sobre sus fantasías, deseos y anhelos. Los terapeutas sexuales están formados en técnicas de asesoramiento psicológico que utilizan durante las sesiones con los clientes. También pueden emplear dispositivos médicos como vibradores o consoladores para ayudar a los pacientes a practicar nuevos comportamientos.